No había duda de quién era más cercano a Andrés Manuel López Obrador entre Armando Guadiana y Ricardo Mejía Berdeja.
A Mejía le habían dado un espacio protagónico en el gobierno (y no me refiero al puesto sino a la mañanera) en un asunto que para la narrativa del Presidente es clave: la seguridad. No hay mejor manera de avanzar una carrera que estar ahí en un lugar cada semana tocando un tema que para el Presidente importa mucho y además acomodando números para que todo pareciera que lo estaban haciendo muy bien.
Llegó la encuesta y aventajó Guadiana. Entre otras cosas, porque Guadiana ya fue candidato, ya hizo campañas y eso importa a la hora de la encuesta. Sería un milagro que Guadiana ganara la elección pero, dicen en Morena, el Presidente fue claro: la encuesta es la encuesta. Algo similar sucedió en Estado de México cuando le explicaron al Presidente las debilidades de Delfina Gómez como candidata —ya perdió una vez, la sanción del Tribunal, su no muy entusiasta forma de hacer campaña—. Que sea la encuesta, dijo.
No quiero decir con esto que la opinión del Presidente no importe mucho, mucho más que la de cualquier encuestado, pero también es cierto que lo que el Presidente quiere es ganar elecciones —en Coahuila la tiene complicada con cualquiera de los dos— y las encuestas son un primer indicador.
En los últimos meses se ha extendido la idea que Claudia Sheinbaum es, por las muestras de apoyo del Presidente, su cercanía, su reconversión a repetir todo lo que dice el Presidente; la inevitable candidata de Morena a la Presidencia.
Pero el reciente bajón en las encuestas de Claudia (pequeño, pero bajón) ha dado nuevos ánimos al resto de las corcholatas. Marcelo Ebrard habla de qué haría como Presidente, que sí invitaría a sus rivales en la carrera a su gabinete, la necesidad de hacer crecer las clases medias… campaña en serio.
Monreal interpretó un gesto pequeñísimo como una especie de perdón de López Obrador hacia él y dice que va por Morena y solo por Morena después de meses de especulación, y que las encuestas ya no le molestan tanto si van acompañadas de otras cosas; y Adán Augusto aceleró sus giras por el país, poco a poco subiendo en las encuestas y armando equipos locales de operación.
La nominación de Guadiana versus Mejía dejó claro que nada está escrito, serán meses de corcholatazos.
Carlos Puig@puigcarlos
