No pasa mucho en las mañaneras, pero ayer sucedió algo interesante. La periodista Anne Vigna de Le Monde hizo un par de preguntas bien documentadas e interesantes que tocó responder al fiscal Alejandro Gertz. Gertz hizo lo que sabe hacer, lavarse las manos.
Vigna preguntó sobre dos de los casos más escandalosos de nuestra historia reciente: el caso Wallace y el caso Vallarta/Cassez. Vigna recordó que en ambos casos se ha demostrado “que los detenidos, acusados, fueron torturados, en fin, un montón de horrores. Y esos dos casos ahora están esperando sentencia; en el caso de Israel Vallarta en primera instancia y en el caso Wallace es un amparo que está en la Corte Suprema”, y preguntó si la reforma judicial no atrasará aún más esas resoluciones y si la Fiscalía no podría hacer algo.
Gertz se escapó de esta primera parte alegando que esos casos ya están en el Poder Judicial, es decir, que no le tocan a él, y que es ese poder el “que tiene que dar cuenta sobre eso”.
Vigna le recordó, bien, que es la Fiscalía, antes Procuraduría, quien pide 330 años de cárcel para Vallarta.
Gertz siguió huyendo: “No es el caso en el que se hizo esa operación; son una serie de procedimientos que se han acumulado en esa persona y en las personas que colaboraron con él. Y todos esos procedimientos dan esas cantidades y eso lo ha determinado y lo ha aceptado procesalmente el Poder Judicial. ¿Sí está claro?”.
Pues no mucho, señor fiscal, y como lo dijo la periodista: “en los dos casos, tanto el caso Wallace como el caso de Israel Vallarta, fue la Procuraduría General de la República quien era responsable, pero hubo muchas violaciones. Imagino que el señor sabe de eso”.
“Por supuesto”, le contestó Gertz.
“¿Y están tomados en cuenta?, porque cuando ustedes piden 330 años de cárcel, parece que no está tomando en cuenta el hecho de que hubo tortura, montaje y más cosas, ¿no?, en los dos casos, ¿no?, tanto Wallace como…”.
Gertz le vuelve a dar la vuelta: “a partir del momento en que se judicializa un procedimiento penal, este se vuelve público, es decir, todos los elementos de imputación, todas las pruebas de cargo y de descargo quedan a disposición de la autoridad judicial…”.
Más rollo y escapó.
La Fiscalía, antes la Procuraduría, los arrestó, los torturó, les inventó pruebas, pidió decenas de años de prisión frente a los jueces, pero a él que ni le pregunten. Cosa de los jueces y la defensa. Gertz, ese genio de la no responsabilidad.