Podemos seguir creyendo que todo es un show, una especie de puesta en escena para divertir a su protagonista y sus seguidores. Lo que vimos ayer en la máxima tribuna de la Organización de las Naciones Unidas es más que eso. Es el mejor signo de que el mundo ha cambiado en los últimos años y que es difícil adivinar qué se viene o en que terminará.
El presidente del país más poderoso del mundo —por su economía y su fuerza militar— habló casi durante una hora frente a los líderes y/o representantes del resto del mundo y dijo, sí, lo que viene diciendo hace mucho tiempo, pero ahora en ese foro, con muchos entre su audiencia pensando como él, estando de acuerdo con él. Difícil recordar un discurso así en esa (tal vez en cualquier) tribuna. Dando lecciones al resto del mundo de lo que él cree que debe hacerse en territorios que no son suyos, dando datos falsos y, como siempre, amenazando.
“La inmigración y el alto costo de la llamada energía renovable verde están destruyendo una gran parte del mundo libre”, dijo Trump a los líderes en el Salón de la Asamblea General de la ONU. “Los países que aprecian la libertad se están desvaneciendo rápidamente debido a sus políticas sobre estos dos temas. Necesitas fronteras fuertes y fuentes de energía tradicionales si vas a volver a ser grande”.
Trump afirmó que sin una acción rápida sobre la inmigración, “sus países se van a ir al infierno”. Y llamó a proteger el cristianismo, a la que llamó “la religión más perseguida del planeta en la actualidad” y que los “líderes musulmanes” en Occidente, en específico se refirió al alcalde de Londres, planean instituir la Ley Islámica. También desafió enérgicamente a la ciencia del cambio climático: “es la mayor estafa jamás perpetrada en el mundo”, dijo. “La huella de carbono es un engaño inventado por personas con malas intenciones y se dirigen por un camino de destrucción total”. Dijo que el cambio climático fue “hecho por gente estúpida”. Celebró la retirada de EU del acuerdo climático de París y celebró el “carbón, limpio y hermoso”.
Habló sobre las exportaciones de energía estadunidenses y agregó que “gran parte del mundo se ha aprovechado de EU, pero ya no”.
Cuando terminó hubo hasta aplausos.
El nuevo mundo, pues.
