De las respuestas que dio este lunes Alicia Bárcena, secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales en la Cámara de Diputados, sobresale su reconocimiento de los estropicios ambientales y los atropellos legales que causó la construcción del Tren Maya, lo que tantas veces negó el mentiroso Andrés Manuel López Obrador, entre otros la deforestación de la selva y la afectación a cavernas y cenotes
Encomiablemente franca, la funcionaria comenzó pintando su raya con una frase devastadora:
“Llegamos el 1 de octubre de 2024 y ya estaba el Tren Maya”.
Por lo tanto, dijo, “no es que nosotros podamos decir: ‘No queremos el Tren Maya’, ahí está…”.
Recordó que ese capricho consta de siete tramos de vía férrea y 28 obras asociadas.
“Lo que hemos hecho es evaluar todos los permisos que tiene el Tren Maya, los que tiene, los que no tiene, para que se regularice la obra. Significa ponerle una serie de condicionantes (…) para darle seguimiento a cada tramo y ver cuáles son los permisos que le faltan, cuáles son las condicionantes que no han cumplido (…); cuantificar cuántas son las áreas de reforestación que se deben hacer (…). Nosotros sí estamos trabajando en regularizar las obras en materia de impacto ambiental, 45 por ciento en materia de cambio de uso del suelo, y proponer, lograr y presionar para que se cumpla el 95 por ciento de las condicionantes. Sí, estamos muy conscientes de que en el tramo cinco, sobre todo, ha habido una afectación a las ocho cavernas y cenotes que ahí se encuentran. Hemos estado trabajando para ver que se hagan los trabajos de limpieza y retiro de concreto...”.
Sobre la nueva Ley de Amparo que aprobarán las mayorías legislativas del oficialismo y el impacto que tendrá para los ambientalistas que han recurrido al amparo de la justicia federal contra los trabajos en ese capricho de AMLO, Bárcena le respondió al panista Federico Döring:
“Usted con toda razón me dice qué pasa en los distintos temas ambientales, en la transición energética y por supuesto en la Ley de Amparo. Yo le diría que nosotros somos los primeros que tenemos un compromiso para darle acceso a la información, a la justicia ambiental y a la participación ciudadana”.
Y en referencia a la contaminación que causa la industria minera, dijo que “la propia Presidenta ha dicho que a ella no le convencen los proyectos de minería a cielo abierto y que, en todo caso, si hay algún proyecto que se esté planteando, ella lo quiere revisar personalmente”.
Bárcena inspira mucha confianza, qué diferencia con el pasado reciente.
Todavía en febrero del año pasado López Obrador afirmaba:
“Hay una protección especial en las columnas (en los cenotes), se cubren para que no se dañen; se hacen estudios para no afectar el subsuelo. También somos muy cuidadosos, mucho más que los seudoambientalistas. Porque pasa que estos seudoambientalistas ya han agarrado la supuesta defensa de la naturaleza como negocio, viven de eso, chantajean…”.
Su karma se lo cobró: más pronto cae un hablador que un cojo...