A pesar de las cifras tan alarmantes, la violencia contra las mujeres y las niñas va en aumento. A nivel mundial, más de 243 millones de mujeres han sufrido violencia física o sexual por parte de sus parejas (ONU Mujeres 2020).
En este año, 93 por ciento de los casos de violencia contra la mujer en México ocurrieron en sus hogares. Ya que, por el confinamiento, pasan más tiempo con sus agresores, en un ambiente de mayor tensión por la incertidumbre, la crisis sanitaria o económica (Banavim-El Universal, 01/12/20).
Lo más preocupante es que no es algo lejano que se viva en otro país o un asunto de percepción, sino que es la realidad que a diario padecen millones de mujeres y niñas en México, quienes son discriminadas, agredidas, violentadas y asesinadas por ser mujeres.
Primero, ¿ni con el pétalo de una rosa?
Dos de cada tres mexicanas han vivido algún tipo de violencia en su vida. En México, entre 10 y 11 mujeres son asesinadas cada día por razones de género (Noticias ONU, 29/11/20).
Segundo, las agresiones sexuales
Cuatro de cada 10 mujeres mayores de edad sufrieron algún delito sexual en la segunda mitad de 2019, lo que equivale a más seis millones de víctimas en medio año. En los casos de violación, el 99 por ciento de ellos no se atendieron (México Evalúa, 21/01/20).
Por cada 11 delitos sexuales que se cometen contra las mujeres en México, hay uno en contra de los hombres (ONU Mujeres).
Tercero, la discriminación y la exclusión
Seis de cada 10 mujeres se han sentido discriminadas o excluidas de las actividades sociales porque son agredidas física, verbal y sexualmente o han sufrido miramientos incómodos (Inegi-Forbes, 20/09/18).
Además, no tienen igualdad de oportunidades laborales porque ganan una tercera parte menos que los hombres aunque hagan y sepan lo mismo; y enfrentan otras barreras que no les permiten acceder a los puestos más altos (Conapred, 2017).
El descontento social cada vez es mayor porque cada año vemos que la violencia contra las mujeres y las niñas va en aumento en todas sus formas, no solo en los números sino también en su brutalidad, pero es todavía más alarmante que hay quienes normalizan o minimizan esta terrible realidad, poniendo cualquier pretexto para no asumir su responsabilidad.
Es importante que partamos de algo muy claro, la violencia contra las mujeres y las niñas mata y, por ello, no hay que minimizar ninguna de sus manifestaciones porque comienza con pequeños destellos de machismo, discriminación o agresiones, que eventualmente llegan a los feminicidios.
Tomemos conciencia y tengamos tolerancia cero ante la violencia contra la mujer porque no basta con visibilizar el problema, hay que erradicarlo. Es una realidad alarmante en la que todos nos tenemos que involucrar porque al ser indiferentes, minimizar o trivializar el tema, permitimos que siga creciendo.