Casi la mitad de las frutas y vegetales que se cosechan en el mundo se desperdician, lo que equivale a tres mil 700 millones de manzanas. Igualmente, se desperdicia el 20 por ciento de la carne que se produce al año, cantidad equivalente a 75 millones de vacas (Noticias ONU, 16/10/20).
Nuestro consumo, alimentación y los alimentos que desperdiciamos, pueden significar una gran diferencia para millones de personas, así como para reducir los niveles de contaminación, luchar contra el cambio climático y mejorar el medio ambiente.
Primero, el hambre
Aunque 821 millones de personas padecían hambre en el mundo en 2018, dos mil millones más sufrían su amenaza y más de 100 millones podían morir por esta causa, un tercio de todos los alimentos que se producen para consumo humano se desperdician cada año (Noticias ONU, 02/04/19).
La crisis alimentaria que viene. Por el Covid-19, se calcula que en América Latina aumentará 269 por ciento el número de personas que no saben si comerán al día siguiente ya que la cifra puede subir de 4.3 millones de personas en 2019 a 16 millones en 2020 (Noticias ONU, 29/07/20).
Segundo, ¿cómo le afecta al planeta?
Entre el 8 y el 10 por ciento de todas las emisiones de gases de efecto invernadero que produce el ser humano, provienen de la pérdida y el desperdicio de alimentos (IPCC-El País, 09/09/19).
Si juntáramos todas las emisiones de dióxido de carbono (CO2) que se generan con la pérdida y el desperdicio de alimentos, equivaldría a 3.3 gigatoneladas de CO2, es decir, que si fuera un país, sería el tercero con más emisiones (El País, 13/10/13)
Por cada kilo de carne de borrego que se produce, se generan más de 39 kilos de CO2, lo que equivale a las emisiones que se producen al manejar de ida y vuelta de la Ciudad de México a Cuernavaca (El Financiero, 27/08/18).
Tercero, ¿cómo va México?
En el país se desperdician 20.4 millones de toneladas de alimentos al año, o sea, alrededor de 158 kilos en promedio por habitante o medio kilo por persona al día. Esto se traduce en más contaminación porque equivale al CO2 que generan casi 16 millones de vehículos (Banco Mundial-Forbes, 15/01/20).
Si no se desperdiciara tanta comida en México, cada año sería posible que 7.4 millones de mexicanos no pasaran hambre (Sin embargo MX, 12/09/17).
Al consumir menos carne y lácteos, que están relacionados con el aumento de gases de efecto invernadero, así como comer alimentos de temporada, que de preferencia sean de origen local, y cuidar nuestro consumo para no desperdiciar, ayudamos al planeta y combatimos el cambio climático (BBC, 3/12/18).
El desperdicio de alimentos afecta a millones de personas que no tienen acceso a ellos, así que busquemos aprovecharlos de la mejor manera porque no es que no se produzca lo suficiente, sino que no le llega a todos.