Para el 72 por ciento de los mexicanos el racismo sí existe en el país y poco más de la mitad de los encuestados opinan que el color de la piel influye en el trato que reciben las personas, según la Encuesta Nacional de Indígenas (UNAM-DGCS-490).
Alrededor de nueve de cada 10 habitantes en México consideran que no se justifica que se insulte a alguien por su color de piel, pero en realidad, casi el 60 por ciento de la población piensa que por esa razón se les insulta “mucho” o “algo” (Conapred).
Uno de cada cinco mexicanos de 18 años o más se han sentido discriminados por alguna característica personal, tono de piel, forma de hablar, peso o estatura, vestimenta, clase social, lugar de residencia, religión, sexo, edad u orientación sexual (ENADIS, 2017).
Cuando solo se les pregunta si han sentido discriminación por su apariencia, es decir, por el tono de piel, peso, estatura o forma de vestir, la mitad de los mexicanos expresan que sí los han discriminado.
Primero, mujeres excluidas
Seis de cada 10 mexicanas consideran que han vivido algún tipo de discriminación por ser mujeres. Padecieron rechazo o exclusión, las hicieron sentir incómodas, las insultaron o molestaron, sufrieron agresiones físicas o las obligaron a salir de su comunidad.
Las mujeres en México ganan 34 por ciento menos que los hombres aunque tengan las mismas responsabilidades y estudios. Además, se limitan sus oportunidades laborales con obstáculos como el “techo de cristal”, que son las barreras que enfrentan para llegar a la cima laboral (Juárez-El Economista, 24/12/19 y Bucio-ITAM, 2014).
Segundo, ¿orgullo de nuestras raíces?
Para 65 de cada 100 mexicanos, los derechos de las personas indígenas se respetan poco o nada. Tristemente sí lo viven porque el 51 por ciento de ellos dijeron que se les negó la atención médica o los medicamentos, a casi el 38 por ciento los apoyos de programas sociales y al16 por ciento la oportunidad de trabajar y ser ascendidos.
El 76 por ciento de las personas indígenas sienten que son “poco valoradas” por la mayoría de la población en México y alrededor del 43 por ciento creen que son considerados como “poco trabajadores” y que “valoran poco la educación”
Tercero, una realidad que se esconde
Con frases socialmente toleradas como “hay que mejorar la raza”, “como te ven te tratan” o que se consideren insultos expresiones como “no seas niña” e “indio”, muestran esa discriminación que en ocasiones se disfraza o se calla, pero que igual genera desigualdad y divisiones sociales.
Aunque el debate se ha evitado históricamente, es importante que reconozcamos el problema porque ya sea por racismo, clasismo o cualquier otro factor, la discriminación pone etiquetas que nos dañan a todos como sociedad, vulneran los derechos humanos y lastiman a la persona, restándole oportunidades y afectando su calidad de vida.