Antes de que entre el mandatario, suena en las bocinas una versión en sax de ‘La copa rota’. Saquen la botana, digo a uno de los colaboradores presidenciales. A ponernos serios. Ahí viene. Traje azul índigo. De los que no se usan para un día de campo. Y mañana va a tener que usar otro igual. El paro de labores en el Poder Judicial se ha extendido a 28 estados. Para este miércoles serán los 32. Sobre el tema, dispara, con ironía: “así no van a dejar libres a delincuentes… no pasa nada”.
Informe de seguridad. Durante el mismo, la titular del ramo, Rosa Icela Rodríguez está inquieta. Se para y se va un momento. Regresa. Le muestra su celular a la Secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, y luego al Secretario de Marina, Rafael Ojeda. Algo pasa. Ya deduciremos qué… hoy, mañana, pasado.
La canciller Bárcena ofrece un muy bien hecho informe sexenal en materia de Relaciones Exteriores. Luisa María Alcalde explica por tercera vez en un mes la postura oficial del caso ‘sobrerrepresentación’, que resuelve esta semana el Tribunal Electoral, de lo cual depende la mayoría calificada y así la reforma para el voto popular de jueces, magistrados y ministros.
Habla el poderoso anfitrión. Máxima presión a un sector determinante. Pide que se pronuncien los cinco más ricos de México según Forbes. Con melón o con sandía. “Sería muy extraño, que el que tiene más dinero, Carlos Slim, esté a favor de que se viole la Constitución… ya nada de simulaciones… quiero su opinión, no al presidente; al pueblo de México”. Hace poner los cinco nombres en ‘el pizarrón’: Carlos Slim, Germán Larrea, Ricardo Salinas, Alberto Bailleres y María Asunción Aramburuzabala… “son momentos para la definición. Nada de que un desplegado así. No, no, no, a ver, ¿de parte de quién?”. Al tiempo, pega y pega y pega en el atril; retumba en las bocinas.
Un youtubero pregunta si ya retirado teme “alguna persecución de estos personajes poderosos, con dinero”. Responde: “… tengo cabeza, corazón, y carácter, y estoy preparado para lo que me depare el destino”. Se repite a sí mismo el futuro que está en la esquina. “Ya no voy a tener redes sociales, ni voy a recibir a ningún político, compañera, compañero… tampoco a los amigos, ya algunos me están diciendo: ‘Te voy a ir a ver ahí; ya sé que no quieres hablar de política, pero nada más vamos a jugar dominó’. No, no… voy a trabajar limpiando el terreno, cuidando los árboles. Voy a caminar, a hacer un poco de ejercicio para no estar ahí sentado todo el tiempo… voy a estar sentado como ocho diarias escribiendo y totalmente desligado de la actividad política. Me retiro por completo”.
Desliza que no descarta la reflexión autocrítica de Loret de Mola o de Ciro o López-Dóriga “que en sus mejores tiempos, fue muy buen periodista… yo escuché de Rosa Icela, hace 20 años… porque tú vienes del periodismo… -la voltea a ver- creías que era de los mejores periodistas. ¿Es cierto lo que te estoy diciendo o no?” Ella no dice ‘sí’. Merodea… “muchos compañeros, muchos compañeros”. El Presidente le insiste. Ella: “… desde el (19) 97 que yo no ejerzo”. No la suelta el mandatario. Re-insiste -es tiempo de definiciones-. Ella: “No, es que los conozco a todos, a todos los conozco”. ‘¡Le da pena!’, le gritan los reporteros.
Casi al final, prolongado, pasa al micrófono para atender algo Alicia Bárcena. Aprovecha Rosa Icela para ir a decirle algo al Presidente. Lo que la inquieta desde hace dos horas. Él, como jugador de póker. Cero expresión. La caminera: Chalco. Llevan tres semanas inundados. “Se requiere solución de fondo”. Aunque el fondo sea el drenaje, pienso que piensan. Allá.
@diazbarriga1
