Las diferencias políticas, ideológicas, religiosas, de pensamiento y hasta deportivas entre los seres humanos es una constante en prácticamente todo el mundo. En ocasiones las diferencias o los puntos de vista claramente divergentes llegan a ocasionar conflictos de carácter legal y en algunos casos extremos enfrentamientos bélicos.
Los abogados y especialmente los litigantes vivimos del conflicto y nuestro propósito es resolverlo en beneficio de nuestro cliente. Sin embargo, a veces esto no es fácil: el procedimiento judicial resulta costoso y largo, no se cuentan con elementos probatorios para demostrar lo que pasó, la parte contraria no cuenta con los recursos económicos para pagar o bien el afectado es quien no cuenta con ellos para contratar un abogado, etcétera.
Los abogados, por nuestra parte, contamos con distintos medios jurídicos para resolver el conflicto o para ser más precisos el litigio. El primero de ellos es el juicio, que conlleva, entre otras cosas, tiempo, dinero e incertidumbre. El tiempo el cual varía de un juicio a otro. Es difícil hacer un cálculo preciso del tiempo que a llevar el juicio. En mi opinión personal la duración del juicio va a depender principalmente de la actitud que asuma la parte demandada y su abogado. El dinero, va a hacer prácticamente indispensable en el juicio. En mi opinión personal la duración del juicio va a depender principalmente de la actitud que asuma la parte demandada y su abogado.
Tanto la parte actora como la parte demandada deberán destinar una cantidad para cubrir los honorarios del abogado, peritos, notarios, gastos judiciales, etc. Por último, al decir incertidumbre me refiero a la falta de seguridad o de certeza de ganar el juicio. La decisión, como todos sabemos la toma la autoridad judicial, en base a las actuaciones judiciales, a los medios de prueba ofrecidos por las partes, a la demanda, a la contestación, a las leyes invocadas, etc. Otro medio para resolver el litigio es el arbitraje.
Es importante mencionar que el arbitraje es un medio de solución de conflictos al cual se someten las partes voluntariamente que será de conocimiento y resuelto por un árbitro. En la doctrina al juicio y al arbitraje se le conocen como medios de solución de conflictos heterocompositivos, ya que la solución va a provenir de un tercero, mediante una sentencia en el caso del juicio y mediante un laudo en el caso del arbitraje. Una tercera opción para la solución de un conflicto es la conciliación. En la conciliación las partes encuentran un punto de acuerdo, cediendo a sus pretensiones evitando un juicio con todos los inconvenientes que representa.
De igual manera, la función del abogado es muy importante en la conciliación por lo que indicaré algunos consejos que espero sean de utilidad para llegar a un acuerdo: 1. Concientizar a las partes de las ventajas de resolver el conflicto por tratarse de un mecanismo más barato y rápido. 2. Hacer ver, en caso de que se represente a la parte afectada, que en caso de incumplimiento a lo acordado se procede a la ejecución del convenio 3. Si las partes no ceden por enojo o resentimiento, intentarlos mediante los abogados y 4. Se conserva, en cierta medida, la relación entre las partes, no existiendo como tal una parte vencedora y otra vencida.
Carlos Aguilar