El libro "El Infierno electoral, el fraude del Estado de México y las próximas elecciones de 2018", ha sido un éxito editorial en el país, lleva ya una tercera reimpresión y se ha presentado 17 veces en diferentes partes del país y municipios del Estado de México como Naucalpan, Tlalnepantla, Ecatepec.
Sin embargo, el libro no podido presentarse en Toluca, justamente la sede del infierno electoral.
Tenemos solicitudes para presentarlo en Querétaro, Tabasco, Zacatecas, Hidalgo, Puebla, Veracruz y Michoacán. Pero en Toluca el libro ha encontrado obstáculos.
Justamente el libro pone en cuestión la cultura política rancia, anticuada y rebasada cuyo epicentro histórico se concentra en las diferentes redes, reglas escritas y no escritas y conjunto de complicidades de corrupción, reinantes en la capital política de la entidad.
El infierno electoral denuncia, lo que el historiador Lorenzo Meyer anotó en el prólogo, es decir, las infames trapacerías para mantener en el poder a toda costa, que ha dejado al grupo predominante bajo cierta "fragilidad y nula credibilidad".
La clase política preponderante en la entidad no quiere debatir, y menos en esta coyuntura electoral, temas de fondo sobre democracia.
Ignora y mete la cabeza como avestruz, pensando que al pasar el ciclo electora todo seguirá como antes.
¡Ya nada es como antes!
Tanto la Universidad del Estado, la UAEM, como la propia Cámara de Diputados han cerrado sus foros para presentar el libro.
Nos han dicho que mejor "después de las elecciones".
Cuando la intención del libro es justamente debatir un tema crucial en la democracia de la entidad, me refiero, a la corrupción de sus instituciones electorales.
La editorial Grijalbo ha registrado, en Toluca, que el libro ha tenido "compras de pánico".
Recién llegado el texto a los anaqueles, el mismo día son comprados, en algunos casos de forma masiva.
Silenciar, reprimir o amedrentar la discusión política es afirmar el carácter autoritario y patrimonial del poder. Por qué no debatir, cuestionar o matizar las tesis del Infierno electoral.
¿Será porque los autores al haber sido consejeros electorales, son conocedores del tema?
Y que todos los autores tienen una trayectoria profesional intachable y reconocida como para descalificarlos y así, menoscabar la obra.
¿Y la oposición?
El infierno electoral advierte que algunos actores políticos y dirigentes le hacen el juego de la impostura.
En diferentes conversaciones con dirigentes nacionales, reconocen que muchos de sus correligionarios en el Estado de México, ha sido comprados, cooptados y que son comparsas simuladas.
Por ello, los autores daremos una conferencia de prensa donde definiremos nuestras posturas.