Ni René Serrano, ni Norman Müller son financieros, sino un par de diseñadores que crearon un ‘neobanco’, la app de servicios financieros Fondeadora que se convirtió en la primera inversión a escala mundial que Google realiza a una fintech. Acaban de anunciar que cerraron una ronda por 14 mdd con Gradient Ventures (el fondo de Google) más Scott Belsky, director de Adobe y fundador de la plataforma de diseño Behance, y los fondos Sound Venture, de Ashton Kutcher, y Combinator, Fintech Collective y el mexicano Ignia.
“Comenzamos a buscar capital en diciembre en San Francisco. Para marzo ya teníamos todo casi listo, cuando se declaró la pandemia. Hicimos más de 135 pitch y pensamos que todo se había perdido cuando nos cancelaron el primer term sheet que conseguimos”, recuerda Serrano. Aun con la dificultad de que las presentaciones vía Zoom no son igual de efectivas, lograron hacer clic con Darian Shirazy, general partner de Gradient Ventures. “Entendió el riesgo y la recompensa de entrar a México. Le contábamos que el país estaba en pañales en infraestructura tecnológica, que pocos bancos tenían mucho poder y sobre la baja bancarización. Cuanto más le contábamos lo mal que estábamos, más se emocionaba”, dice Serrano.
¿Qué hace diferente a Fondeadora de las demás (y crecientes) opciones de banca digital? El oficio de sus creadores. Hace 10 años eran responsables del diseño de la plataforma de crowdfunding Fondeadora. En 2016, la operación fue comprada por Kickstarter y el formato de recaudación y distribución de dinero se convirtió en Donadora. Pero ellos se quedaron con la marca Fondeadora para lanzar en 2018 uno de los primeros challenger bank (bancos digitales que ‘retan’ a la banca tradicional). “Saber de diseño nos ayuda a enfocarnos en respetar el tiempo de los clientes, en operaciones sencillas y rápidas, a que funcione siempre y que sea simple para todos”, afirma Serrano. Eso las ha convertido en una de las plataformas fintech mejor calificadas del mercado local en usabilidad.
Pero, a pesar del perfil que adquirió Fondeadora (que se antoja solo para millennials), en realidad la mayoría de sus 150 mil clientes tienen entre 30 y 40 años, son sofisticados financieramente e incluso bancarizados, pero disconformes con los costos y mala atención de los servicios digitales de sus bancos. “Son clientes con promedio alto de uso, por lo cual cada mes movemos casi 500 mdp”, dice el fundador.
La epidemia, que amenazó con postergar su ronda financiera, terminó ayudando a crecer 50% en los últimos meses obligándolos a aumentar sus proyecciones. Los 14 mdd que recaudaron servirán para crecer en un año el número de clientes hasta 500 mil, “muchos serán de ese 50% de personas que hoy no están bancarizados o del 80% de clientes bancarizados que están insatisfechos con su banco actual”, dice Serrano.
La oportunidad en México para este sector es enorme, tanto que Google volteó por primera vez a invertir y será un imán para más de capital de riesgo en el futuro.
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