En otoño de 2016, G500 (la red de gasolineras que consolidó el empresario Antonio Caballero) comenzó a negociar con uno de los mayores jugadores del mercado global de energéticos: Glencore. Este grupo multinacional con operaciones en 50 países se dedica a toda la cadena energética, excepto la última parte: venta al público. “Parecía una coincidencia, que G500 y su G de Grupo empatara con la inicial de Glencore”, me comenta un consultor cercano a la operación.
En pocos días se firman en Londres los contratos que sellan la alianza entre los empresarios gasolineros mexicanos y este conglomerado europeo (# 14 según el último ranking de Forbes).
Glencore hace exploración y producción de petróleo crudo en África, tiene una participación accionaria en Russneft (productor de crudo ruso), tiene una capacidad de 28 millones de barriles de almacenamiento de gasolinas y diésel y provee cada día el equivalente a 4 por ciento del consumo global de combustibles.
“Ellos están entusiasmados con la reforma energética, con el management de G500 y las oportunidades dentro y fuera de México”, agrega el analista “será la primera red de gasolineras mexicana privada en salir al mundo”.
Glencore conoce nuestro país ya que es proveedor de gasolinas de Pemex desde 1997.
El acuerdo G500-Glencore incluye contratos exclusivos de suministro y uso de la marca a nivel mundial a cambio de una millonaria aportación que Glencore entrega a la cadena local. “Con ese dinero, los empresarios pueden reinvertir en sus estaciones y en toda la red de suministros, además de la expansión internacional”.
Tal vez preparándose para esta alianza es que G500 se quedó con las ex oficinas que Lorenzo Zambrano (Cemex) tenía en plena avenida Mazarik (CdMx).
Se espera que antes de que termine 2017 todas las gasolineras bajo el paraguas de G500 ya estén “transformadas” con la nueva imagen que ambos socios han elegido.
Plus: Bimbo, la mexicana más ética del mundo
Por primera vez, un corporativo de México ingresó al reñido ranking de Las empresas más éticas del mundo, un listado que cada año publica The Ethispere Institute. Este año fueron 124 las empresas que han demostrado excelencia en promoción de estándares de ética en sus negocios, han impulsando a sus líderes y empleados a tomar buenas decisiones y son los pioneros en implementar buenas prácticas en sus sectores.
¿Es negocio ser ético? Según los creadores del ranking, sí: “las empresas que destacan éticamente superan a sus competidores en resultados financieros, lo que demuestra la conexión entre buenas prácticas éticas y el rendimiento que valora el mercado”.
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