Gran temor se despierta ante la posible presencia de una enfermedad de alto contagio, sobre todo si recordamos los difíciles momentos que se vivieron durante la pandemia por el covid. Ante este riesgo, las recomendaciones del sector salud se escuchan con insistencia invitando a la población a…vacunarse.
Quizá por ser tan cercana la posibilidad de las vacunas y así evitar serias e incluso mortales consecuencias a la salud, poco valoramos a este recurso que transitó por diferentes retos tanto de experimentación, como de fundamentación científica y cuestionamientos sociales.
La primera vacuna de la historia se administró en el año 1796 y la aplicó el investigador Edgar Jenner a un niño llamado James Phipps, tomando la secreción de una enferma que adquirió viruela al ordeñar vacas. Pasado un tiempo le aplicó nuevamente al niño la vacuna, pero ahora de viruela humana, el niño no se enfermó, pues alcanzó algo que cambiaría al mundo: la inmunidad por la vacunación. La terrible enfermedad empezó a controlarse a partir del siglo XVIII.
En nuestro continente la viruela tuvo efectos devastadores. A partir del año 1518 se propagó por un afectado que venía en la expedición de Pánfilo de Narváez; existen referencias de la “muerte de seiscientos mil indios” (VillalbaJ. 1752-1807), siendo la cura de esta enfermedad un objetivo primordial.
En la búsqueda de una curación se involucraron varios científicos mexicanos entre ellos el Doctor Miguel Muñoz (1779-1885) del que poco se conoce su entrega para atender a los enfermos y su importante trabajo para combatir la viruela.
Él inicia la llamada variolización, utilizando costras secas molidas en mortero que provenían de enfermos, las personas sanas aspiraban ese polvo con resultados favorables en muchos casos. Cuando llega la vacuna de Jenner la sociedad tenia miedo y se resistía a la aplicación por considerarla, además de antinatural, como un castigo divino que había que aceptar.
El Doctor Balmis, responsable de transportar la vacuna a los Virreinatos, nombra al Doctor Muñoz “conservador de la vacuna” quien,realizando punciones en brazos infectados para después inocular a personas sanas, logra vacunar entre noviembre de 1810 a marzo de 1828 a 40 mil 825 niños. Una proeza (Ernesto Cordero 2000)
Honrar y reconocer a los destacados investigadores y defensores de la salud como el Doctor Miguel Muñoz es evitar el riesgo y …vacunarse.
