¿Es posible que la lectura durante la infancia influya en la vocación de una persona? O ¿el ambiente familiar durante esta etapa de la vida? La influencia es significativa aseguran expertos en educación, y varios casos lo confirman, entre ellos, la primatóloga Jane Goodall, que tanto en sus escritos como conferencias confirmaba que la lectura y experiencias en la naturaleza fueron definitivas para despertar su vocación inalterable, por conocer de cerca la vida animal y en particular a los primates.
Refiere que siendo pequeña sus padres le regalaron un chimpancé de peluche que llamo Jubilee, e incluso comentaba que “Había leído a Tarzán y me enamoré, aunque se casó con la Jane equivocada (…) todas las demás jóvenes querían ser dama de honor o tener un marido rico, yo ir a África y vivir con animales salvajes”.
Y así fue, sin estudios universitarios, pero con una gran decisión llegó a Kenia en donde el paleoantropólogo, Dr. Leakey, le apoyo para realizar un doctorado en Cambridge, posteriormente se avecindó en Tanzania para estudiar los chimpancés salvajes en su medio natural. Ante las restricciones sociales de la época para las jóvenes, su madre siempre la acompañó.
Fueron muchas las aportaciones que Jane Goodall hizo por cambiar la visión antropocéntrica sobre el recurso natural y también la forma de ver y entender a los animales salvajes.
Su trabajo se sostuvo por más de seis décadas por su inquebrantable perseverancia, empatía, capacidad de observación, y dedicación al objetivo que había sido la razón de vida desde niña: los chimpancés.
Jane dio una nueva definición y orientación a la primatología, con su metodología demostró que nuestros primos cercanos tienen personalidades, emociones, momentos de ternura y violencia, y viven en un sistema social de jerarquías, por lo que le dio nombre a cada uno se ellos, algo que no fue aceptado por los científicos.
Observando pacientemente, identifico que los chimpancés “fabrican” herramientas con ramas de árbol para atrapar termitas. Hasta ese momento este proceso se consideraba un factor exclusivamente humano.
El reto ambiental es enorme, pero Jane que falleció el recién 1 de octubre, convocó siempre con optimismo a la participación individual mencionando: “Cuándo pones a millones de personas a hacer pequeñas cosas se produce un gran cambio”. Honremos su legado haciendo permanentemente algo por el ambiente y la biodiversidad.
