No quepo en mí de la felicidad: mañana, además de la locura del box que millones de mexicanas y mexicanos vamos a vivir con el Canelo, a las 19:00, por el canal Space, vamos a tener Rey de reyes.
¿Qué es esto? El evento de eventos de la lucha libre, la cristalización de todo lo que se consiguió con Triplemanía XXVIII y Autoluchas AAA, una experiencia altamente recomendable desde todas las perspectivas.
¿Pero sabe qué es lo mejor? Que los señores de Space son los más grandes expertos para traducir esto al lenguaje de la televisión creando un espectáculo total que nadie se debe perder. Por favor apúntelo. Active las notificaciones de su celular.
Le recuerdo: la lucha libre ocupa una posición de oro dentro de nuestro imaginario colectivo como deporte, como entretenimiento y como válvula de escape y como cultura pop.
¿Sabe usted lo que es gozar de esto a través de los ojos de Space? Va a ser simple y sencillamente increíble.
No, pero espérese, todavía no le digo lo mejor: será una jornada alucinante donde Psyco Clown y Pagano harán equipo para enfrentarse a Chessman, quien tiene el compromiso moral de sacar la casta después de fracasar estrepitosamente en Triplemanía XXVIII.
Y si a usted, como a mí, le preocupan las cuestiones de género, agárrese fuerte de donde pueda porque esto también será Reina de reinas AAA.
Sí, veremos a Faby Apache, a Lady Shani, a Lady Maravilla, a Flamer y a Chik Tormenta en una lucha si igual.
¿Ahora entiende la magnitud de esto? Por si todo lo que le acabo de decir no fuera suficiente, estarán Laredo Kid, Texano Jr., Abismo Negro Jr. Murder Clown, El Hijo del Vikingo y muchos, muchísimos luchadores más. ¡Ahí nos vemos!
¿Está loco, no?
Desde antes de que comenzara la pandemia tenía ganas de ver Esquizofrenia, pero por una razón u otra, nunca se me hizo.
Por un accidente del destino me enteré de la reapertura del teatro Telón de Asfalto, de que este espectáculo estaba de regreso con un impresionante dispositivo de seguridad sanitaria y corrí a verlo.
¡Qué barbaridad de obra de terror! Fue una experiencia tan increíble o más que la de La dama de negro. El texto del dramaturgo mexicano Mauricio Pichardo (Cuatro equis) es espléndido, redondo, fascinante.
Pero la actuación y dirección de Rafael Perrín es poco menos que sublime.
Yo no sé cómo le hace para aparecer y desaparecer en cuestión de segundos de una posición a otra ni para manejar toda esa energía sin enloquecer, pero sí es un trabajo de creación escénica de concurso. ¡Mis respetos!
A propósito de enloquecer, me parece admirable todo lo que se consigue con el público mientras dura la función porque llega un momento en donde uno, además de divertirse, en verdad se cuestiona dónde comienza la razón y dónde, la locura.
Además, como este trabajo unipersonal es de época, uno jamás termina de fascinarse con los detalles que aparecen y desaparecen del escenario.
Que si el vestuario, que si las luces, que si el humo, la utilería…
¡Qué bueno que por fin pude ver este show! ¡Qué bueno que ya está abierto el Telón de Asfalto! ¡Qué bueno que Esquizofrenia está de vuelta!
Por favor no se la vaya a perder. Consulte la cartelera de este teatro en su página de internet y en sus redes sociales. Le juro que no se arrepentirá. ¡Felicidades!
alvaro.cueva@milenio.com