Acaso ocurrió después de su pifia citando a Tagore como si se tratara de una imaginaria “Rabina la Gran Tagora", involuntaria invención de Marta Sahagún que hizo juego con la de su esposo, Vicente Fox, quien parafraseando a Borges, con la tarjeta enfrente, lo llamó “José Luis Borgues”. Sus redactores de discursos se pulían con las referencias, pero sus jefes jamás habían oído hablar de esos autores.
Así que debió ser después de aquel episodio cuando la otrora jefa de prensa del guanajuatense, más adelante su esposa, comenzó a jugar públicamente con la idea de irse perfilando para suceder al mandatario, como candidata presidencial del PAN, lanzando guiños aquí y allá con la complacencia del propio mandatario, quien jamás ocultó la devoción por su compañera, ante la sorpresa de su propio partido.
El sondeo atrajo el repudio de propios y extraños, por lo que la señora salió a decir con todas sus letras que no estaba en sus planes ser candidata de nada y la pareja echó a andar su plan B, que se llamaba Santiago y se apellidaba Creel, lo que generó un movimiento de inconformidad en una franja del panismo encabezada por Felipe Calderón, quien se fue de la Secretaría de Energía para armar la campaña y arrebatar la postulación a Fox.
Típica estratagema, el lanzamiento de buscapiés mide una parte de la opinión pública, sirve para la toma de decisiones y ver el movimiento de piezas del adversario. Pasó también cuando la campaña de Luis Donaldo Colosio, que no prendía, y Manuel Camacho renunció a la SRE para trabajar sin salario como mediador en Chiapas, condición que lo hacía elegible como relevo en la candidatura priista. En varias conferencias jugaba hasta con la idea de romper con Carlos Salinas y lanzarse por su cuenta. Las balas de Mario Aburto acabaron también con las aspiraciones del ex regente.
Ahora el Presidente, que dedica a diario gran parte de sus misas a tundir a periodistas, a analizar periódicos, a comentar contenidos y a juzgar motivaciones, tiene a bien dejar espacios para temas como el del miércoles, cuando deslizó que a él le quedan seis años en Palacio... porque trabaja el doble, es decir, 16 horas diarias. ¿Sondeando tan temprano? _
Alfredo C. Villeda
@acvilleda