I
Hace unos veinte años Salma Hayek y Jane Fonda viajaron a México para presentar una iniciativa que tenía que ver con la memoria de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez durante los años noventa, aquella pesadilla de crímenes sin freno contraobreras de la industria maquiladora.
En un programa televisivo de chismes que hoy sobrevive y se declara defensor de la libertad de expresión, de esos que parasitan la vida de la gente del espectáculo, una de las conductoras se quejaba porque las actrices se empeñaban en hablar sobre “las muertas de Juárez” cuando ella solo quería que la veracruzana hablara de sus preferencias sexuales.
El miércoles recordé aquel patético episodio de la televisión cuando un reportero preguntó al Presidente sobre la tragedia en la estación migratoria en Ciudad Juárez y él respondió que a los medios solo les interesa el sensacionalismo, no el dolor por la pérdida de vidas, y después de despachar con prisa otra inquietud dio paso al rollo del Bienestar, a la
sección de “no es falso, pero exageran” y a sus temas favoritos, de los que él quiere hablar: el INE y los consejeros.
II
Una serie titulada El agente nocturno (Netflix, 2023) recrea una situación en la que la hija de un vicepresidente estadunidense, grillo y criminal, es secuestrada por algún grupo con intereses particulares contra el gobierno, pero la pandilla en el poder que juega en el mismo equipo del afligido padre lo conmina a aprovechar la desgracia de la chica, usar el infortunio de su niña, para sacudirse las culpas que arrastra. Él se ofende en primera instancia, pero pronto se convence de que le conviene y actúa en consecuencia.
Esta trama vino a mi memoria después de conocer, apenas horas después de la tragedia en Juárez, que el secretario de Gobernación actuaba como si el Instituto Nacional de Migración le fuera ajeno, cuando es parte de la estructura que él dirige. Corcholata presidencial, se colgó de la tragedia para endosarla a Marcelo Ebrard, golpe bajo a su contrincante en medio de la negligencia criminal y el duelo general, pero un día después ambos siguieron con sus actividades como si nada y fue Rosa Icela Rodríguez quien dio la cara. Indignante.