Política

La marcha del 10 de septiembre

  • El otro enfoque
  • La marcha del 10 de septiembre
  • Alfonso Machuca

1. Una marcha a favor de la familia, no en contra del Presidente

El próximo sábado, ciudadanos que apoyan la familia natural, la conformada por un hombre y una mujer, marcharán por las calles de Guanajuato para mostrar su convicción.

No será una marcha en contra de los matrimonios homosexuales, ni tampoco en contra de sus derechos, ni mucho muchos en contra del Presidente, Enrique Peña Nieto.

Será una marcha pacífica que abandere la familia.

Este 10 de septiembre, los ciudadanos mostrarán su celo por el matrimonio heterosexual, una figura creada desde antes de las leyes mexicanas y misma que no requiere decretos para imponer modas o ideologías.

Todo ser humano viene de una familia natural entre un hombre y una mujer.

Los guanajuatenses marcharán para evidenciar que la propia Constitución Mexicana, considera que la familia, conformada por un hombre y una mujer, es la unidad fundamental de la sociedad y porque lo tanto, se tiene que velar por respetarla.

Marcharán para hacer valer que son los papás y las mamás quienes tienen el derecho inalienable de educar a sus hijos y nadie se los puede quitar, ni imponerles nuevas ideologías en contra de la misma naturaleza.

2. Las ideologías no se imponen por decreto

El Estado no tiene el derecho de contradecir a los padres ni de enseñar a sus hijos en la escuela cosas contrarias a sus valores y modos de pensar. Precisamente las ideologías no pueden imponen, ni por ley ni por decreto.

¡Son ideologías!

La educación es México es laica y gratuita, por lo tanto, debe ser libre de imposiciones e ideologías, incluida la ideología de género que se disfraza de tolerancia e inclusión, pero en realidad evidencia todo lo contrario.

Este 10 de septiembre, los guanajuatenses que marchen, lo harán porque creen que los niños tienen derecho a no ser expuestos a contenidos impropios para su edad y porque nadie tiene derecho de seguirles mintiendo diciéndoles que el sexo es la razón de su vida, que lo que quieran hacer está bien y que nada de lo que hagan en ese campo debe tener consecuencias.

Me gustó mucho un artículo de David Herrerías, académico de la escuela Jesuita Ibero en León, quien escribe que son bastantes las problemáticas sociales que, verdaderamente, destruyen las familias.

Y tiene razón, pues su artículo expone que una pareja de homosexuales, que puedan vivir cerca de una familia, no destruyen ni tienen por qué influenciar a los hijos de los que viven cerca de ellos.

Pero ese no es el fondo.

3. Hay de marchas a marchas... unas sólo son para defender sus preferencias sexuales

Ver el asunto superficialmente es el peor de los errores. Lo que se debe analizar es el respeto a la Ley. Lo que debe unirnos es el trabajo a favor de los necesitados, de los maltratados, de los olvidados.

De esas familias que viven o sobreviven, las que requieren los esfuerzos ciertos y verdaderos de todos nosotros para hacer frente a la amenaza de la hambruna, la falta de vivienda o de poder adquisitivo.

Se debe entender que los que marchan este 10 de septiembre, ciertamente son más unidos para ayudar a estas familias olvidadas, son los más organizados para apoyar a familias en desgracia o para defender causas nobles y colectivas.

Pero se respeta a quienes sólo marchan para defender sus derechos o sus preferencias sexuales.

La marcha no es para rechazar a personas ni contrarrestar sus derechos. Es una manera de expresión de las convicciones propias y sin religiones. Son padres y madres organizadas que decidieron salir a la calle para defender el modelo natural de la familia.

Sólo eso.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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