En una viñeta de Mafalda se la ve en una calle donde unos trabajadores están cavando una zanja y ella les pregunta: “¿Están buscando las raíces de lo nacional?” A lo cual ellos responden: “No, nena, estamos buscando un escape de gas”. Mafalda —decepcionada— se retira diciendo: “Como siempre, lo urgente no deja tiempo para lo importante”. Esta simple imagen me parece una de las grandes genialidades de Quino, que retrata una de esas ideas que todos deberíamos tener en cuenta cada día.
Nos conviene distinguir entre esas dos categorías. No es lo mismo lo urgente que lo importante. Aunque, por supuesto, hay situaciones que pueden ser catalogadas bajo los dos criterios. Está claro que para los niños todo es urgente. Esta es una clara muestra de su inmadurez.
Es frecuente que nos busquen personas para pedirnos consejos sobre todo tipo de problemas. Algunas de ellas lo hacen agobiadas por la angustia que produce el hecho de enterarse de repente de algo grave, como puede ser en los casos de infidelidad, o de un hijo que está consumiendo drogas, o de una hija que está saliendo con un hombre que lleva una vida desordenada, etc.
Lo primero y más importante que conviene aclarar es que los consejos de los sacerdotes no son nunca órdenes que deban cumplirse, siempre se deben entender como orientaciones y criterios a tomar en cuenta para que las personas actúen libre y responsablemente por propia iniciativa una vez que se han informado sobre la moralidad de cada situación.
Los papás, por su parte, tienen la obligación de formar las conciencias de sus hijos enseñándoles, entre otras cosas, a distinguir entre lo ordinario y lo extraordinario, entre lo importante y lo urgente, entre las obligaciones y las preferencias. Por lo mismo, es fundamental capacitarlos para pensar, y así madurar las decisiones que vayan tomando desde pequeños. Por lo mismo, es conveniente no dar siempre recetas o reglas de conducta incuestionables, sino ejercitarlos en el uso de la prudencia responsable.
Nos ayuda mucho darnos cuenta que, aunque muchos asuntos sean importantes, no hay prisa, y será mucho mejor pensar, con calma, qué es lo que nos conviene hacer.
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