Los embates contra la UNAM del presidente Andrés Manuel López Obrador, acusada de haberse convertido en conservadora y cómplice de gobiernos neoliberales, tienen por objetivo instaurar un modelo de “educación socialista” inspirado en Lázaro Cárdenas.
Se trata de formar cuadros universitarios con conciencia social identificados con los movimientos populares, indígenas, campesinos y obreros, así como contribuir a que las futuras generaciones defiendan las reformas estructurales en una economía controlada por el Estado, siendo Pemex y la CFE los pilares, pero con la necesaria participación privada.
La denominada Cuarta Transformación (CT) se siente heredera del régimen cardenista que reformó la Constitución para implantar la “educación socialista” en México, ahora a nivel universitario para formar cuadros que dirijan el futuro del país.
Para asegurar que la herencia de la CT siga transformando a México es indispensable que los universitarios estén comprometidos en la lucha por la justicia social y para ello se requiere reformar la Ley General de Educación Superior y el Estatuto General de la UNAM, entre otros ordenamientos legales.
“La Secretaría de Educación Pública, a través de la subsecretaría de Educación Superior, a cargo de Luciano Concheiro Bórquez, elabora el nuevo modelo universitario que en su momento dará a conocer el Presidente”, reveló ayer el columnista Alfredo González, de El Heraldo de México, citando fuentes de Palacio Nacional.
“(AMLO) quiere pasar de un modelo neoliberal a uno con un sentido más ‘socialista’, como el que implementó el presidente Lázaro Cárdenas, en cuyo centro de acción estaba la igualdad social y la defensa de la tierra”, escribió el periodista.
La creación de un “modelo socialista” universitario afectaría los cimientos de la UNAM, basados en los principios de libre investigación y libertad de cátedra.
El artículo segundo del Estatuto General de la UNAM establece que la universidad “acogerá en su seno, con propósitos exclusivos de docencia e investigación, todas las corrientes del pensamiento y las tendencias de carácter científico y social; pero sin tomar parte en las actividades de grupos de política militante...”.
El artículo tercero reformado por Cárdenas establecía: “La educación que imparta el Estado será socialista, y además de excluir toda doctrina religiosa combatirá el fanatismo y los prejuicios... que permita crear en la juventud un concepto exacto y racional del universo y de la vida social”.
Vicente Lombardo Toledano, quien apoyó al presidente Cárdenas en la expropiación petrolera, cuestionó sin embargo la falta de precisión del concepto “educación socialista” y la ausencia de reformas a los otros artículos constitucionales.
En el texto “Lo que vive y lo que ha muerto de la Constitución de 1917”, publicado en El Universal el 6 de febrero de 1935, Lombardo Toledano escribió:
“Sería absurda la posición del Gobierno al preconizar, en teoría, la desaparición del régimen capitalista, y al mantener y proteger, al mismo tiempo, las bases de ese régimen”.
De igual manera es absurda la “reforma socialista” universitaria de AMLO, pues es incompatible con el sistema económico capitalista de México, dependiente de Estados Unidos a través del nuevo tratado de libre comercio, fundamento del modelo neoliberal que él mismo defendió y abrazó.
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@AGutierrezCanet