Las nuevas tecnologías y los medios digitales han transformado nuestras vidas y exigen un cambio en las instituciones del Estado mexicano. El proceso de adaptación requiere de los mejores talentos para sortear con éxito los retos y desafíos que nos impone esta nueva realidad. Con la creación de la Alianza para el Gobierno Abierto en el año 2011, fundada en su origen por 69 países y de la cual México es parte, se conformó un grupo multilateral que durante su sesión en México en 2015 incluyó por primera vez un eje de trabajo denominado Parlamento Abierto basado en la transparencia legislativa y acceso a la información pública. Su objetivo es impulsar una nueva forma de interacción entre los ciudadanos y sus órganos de representación popular en formatos sustentables y amigables que permitan la participación de la ciudadanía en el proceso parlamentario utilizando las tecnologías de la información y la comunicación. En México, se creó la Alianza para el Parlamento Abierto que integra las 34 instituciones legislativas estatales y nacionales con la misión de garantizar el derecho al acceso a la información, promover la participación ciudadana en los procesos y actividades parlamentarias presentando datos históricos, abiertos e interactivos de fácil acceso para los interesados.
Un primer paso en la modernización se ha realizado a través de la creación del Parlamento Electrónico en prácticamente todos los Congresos, Parlamentos y Asambleas Nacionales en nuestra región y en los Congresos locales, por el cual se ha logrado poner a disposición de la ciudadanía la mayor cantidad de información sobre sus trabajos y actividades legislativas. Esta herramienta parlamentaria ha sido complementaria a la de las Televisoras y Medios Legislativos de Comunicación que en su conjunto conforman la estructura por la que los órganos de la representación popular presentan los trabajos, procesos y los resultados del quehacer del Poder Legislativo y apoyan la educación cívica en México y los países de la región.
Es necesario redoblar el paso para fortalecer la confianza en las instituciones que conforman nuestros Estados nacionales y en gran medida ocurrirá si logramos modernizar los órganos de comunicación e información legislativa para adaptarlos a las nuevas tecnologías. El reto es llevar al Poder Legislativo a todas las casas de los ciudadanos como hoy lo hace el Canal del Congreso de la Unión en México, a través de la señal de televisión abierta y poder tener literalmente, en la palma de la mano, a través de nuestros teléfonos inteligentes, la información que permita el acceso electrónico de la información parlamentaria en un contexto en el que el progreso de la tecnología ha estimulado a que los ciudadanos demanden con mayor intensidad soluciones a sus problemas, a las instituciones públicas relacionadas al ámbito político, social y económico. Es necesario reforzar la confianza entre la representación popular para construir agendas legislativas basadas en las expectativas, deseos y anhelos ciudadanos. El siglo 21 requiere de instituciones más democráticas, abiertas e incluyentes para la participación ciudadana, la transparencia y la rendición de cuentas.