El próximo domingo 23 de abril se celebrará en Francia la primera vuelta de la elección presidencial que contará con la participación de 11 candidatos. El contexto de este proceso electoral está marcado por una alta competencia entre los cuatro candidatos punteros, una tendencia a la fragmentación del voto popular, un clima de desconfianza de los ciudadanos hacia la clase política tradicional que la acusa de corrupción, un ambiente de tensión por los ataques terroristas del Estado Islámico en la Avenida Campos Elíseos en París en días pasados y una gran debilidad de las instituciones frente al electorado que marcadamente optará por la abstención. El sistema francés exige la obtención de la mayoría absoluta de los votos para asumir la Presidencia lo que se prevé poco probable durante esta primera vuelta. Los principales nominados son Marine Le Pen del Frente Nacional; Francois Fillon por Los Republicanos; Emmanuel Macron perteneciente al movimiento independiente En Marcha y Jean Luc Mélenchon de la fuerza política independiente Francia Insumisa. Este último es quien se ha mantenido en constante ascenso en las preferencias electorales durante las últimas semanas. Es importante hace notar que el Partido Socialista, el partido en el Poder, se encuentra en quinto lugar y con muy bajas probabilidades para colarse a la segunda vuelta. También hay que resaltar el hecho que con base en la tradición francesa por la que los Presidentes en turno solían presentarse a la reelección, el Presidente Hollande declinó hacerlo. La democracia republicana que supone resultados electorales inciertos será honrada este próximo domingo en Francia y también lo será para Europa. De los cuatro candidatos con la mayor posibilidad de pasar a la segunda vuelta presidencial del 7 de mayo, la mitad se ha declarado por la continuidad y permanencia en la Unión Europea, de la cual Francia es cofundadora, y el resto comparte una visión euroescéptica. El sucesor de Hollande podrá enfrentar un relanzamiento de Europa con el apoyo de Alemania, que también irá a elecciones para renovar el Bundestag y la Cancillería, o podrá iniciar un proceso de salida de la Unión, similar al Brexit y dejarle a Alemania el liderazgo único. Es decir, los resultados no solamente afectarán el futuro de Francia sino de la propia Unión Europea. Cobra mayor relevancia, especialmente ahora que la nueva administración en los Estados Unidos ha cambiado su actitud frente a los liderazgos europeos. Ello implica el restar apoyo hacia la Europa de la postguerra, sugiere cambios en el gasto y las responsabilidades de la región. Los especialistas señalan que los resultados de la primera vuelta darán por ganadora a la candidata del Frente Nacional y aliada de Donald Trump sin embargo, también esperan que haya un candidato independiente que sume los votos del resto de los contendientes y logre la mayoría de los votos durante la segunda vuelta presidencial. Las elecciones presidenciales en Francia se realizan al mismo tiempo que en el Reino Unido se anuncian elecciones parlamentarias a celebrarse el 8 de junio.
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Adriana González Carrillo
Toluca /