Ex agente de la KGB, Vladimir Putin, presidente de la Federación Rusa desde 2012, abogado graduado con honores en la Universidad Estatal de Leningrado, ordenó la invasión a Ucrania. Un abogado violando flagrantemente el derecho internacional.
Las diferencias entre los países alineados con la OTAN y el Pacto de Varsovia han existido desde su respectiva conformación en 1949 y 1955. Países que pertenecieron al Pacto como Hungría, Polonia, República Checa, Albania, Estonia, Letonia, Rumania, Bulgaria y alguno que otro que se me escapa, tienen mas afinidad con la OTAN que con lo que quedó de la URSS.
Esto, además de cuestiones de estrategia geográfica y económica derivadas de la falta de salida libre por el Báltico y el Mar Negro, aunado a la segunda anexión de Crimea para siquiera tener un puerto hacia aguas no congeladas como Sebastopol, colocan a Ucrania como un platillo apetitoso para los aviesos fines del gobierno ruso.
El pretexto de la invasión ha sido el que en el este de Ucrania existen movimientos separatistas, pero no confiere derecho al gobierno ruso a inmiscuirse en asuntos del interés del gobierno de Volodymyr Zelensky. Viola el principio de NO Intervención y autodeterminación de los pueblos.
En el ajedrez socio-político, después de los estragos de dos guerras mundiales, se entiende que Europa no quiera una tercera y menos por la posibilidad del uso de armas nucleares. Por eso, con el pretexto de que Ucrania no pertenece a la OTAN, Estados Unidos, Alemania, Francia e Inglaterra no actuaron conforme al Capitulo VII de la Carta de la ONU y se han limitado a implementar sanciones económicas de limitada eficacia, a las cuales se les sumó este domingo el gobierno japonés.
El gobierno de la Federación Rusa es abusivo, violador del derecho internacional, específicamente de los Protocolos de Ginebra y La Haya, al bombardear objetivos civiles entre ellos orfanatorios. Barbarie y salvajismo.
La invasión no tiene justificación alguna. La historia se encargará de juzgar a Putin y también a los gobiernos pusilánimes que teniendo con qué, no le quisieron marcar el alto a tiempo.
Nuestro repudio al gobierno abusivo y nuestra solidaridad con Ucrania.
Abel Campirano
lcampirano@yahoo.com
