Por: Armando Alcántara Santuario
Ilustración: Gonzalo Tassier, cortesía de Nexos
A fines de junio de este año, se hizo una presentación transmitida en Youtube en la que Álvarez-Buylla y el subsecretario de Educación Superior, Luciano Concheiro, plantearon de un modo muy general las bases del registro de los programas inscritos en el Sistema Nacional de Posgrado. La directora del Conacyt indicó que en el nuevo mecanismo serían las universidades, las IES y los centros públicos de investigación (CPI) los que se harían cargo de sus programas y del aseguramiento de su calidad. Anteriormente esta función la realizaba el Conacyt a través del ahora extinto Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC). Asimismo, señaló que la validez de los programas nacionales de posgrado quedaría a cargo de la Subsecretaría de Educación Superior, en la Dirección General de Profesiones. Agregó, además, que todos los programas acreditados por el desaparecido PNPC podrían registrarse en la plataforma del Sistema Nacional de Posgrado, lo cual también facilitaría que los estudiantes de dichos programas solicitaran una beca sin necesidad de intermediarios. Para Álvarez-Buylla, en el modelo anterior, la asignación de becas nacionales estaba vinculada a la pertenencia del programa de posgrado al PNPC y ello provocaba distorsiones y situaciones de exclusión de ciertas áreas del conocimiento como artes y humanidades. Ahora, en cambio, se plantea que la asignación de becas se realice de acuerdo con la disponibilidad presupuestal y mediante criterios de inclusión.