Por Arnoldo Kraus
Ilustración: Kathia Recio
Encender fuego, armar casas con ramas y piedras, tallar flechas, cubrirse con ropas de animales no es ciencia. No lo es, pero de una u otra forma esas actividades son simientes de ella y de la investigación. Comportarse “correctamente” con seres humanos y con animales con-forman la base de principios éticos y/o morales. En los últimos siglos ciencia y tecnología han crecido sin coto y en las últimas décadas se han reproducido en forma inimaginable. Cualquier científico fallecido hace 20 o 30 años se quedaría estupefacto ante los nuevos avances. La ética y sus bases —solidaridad, otredad, compasión, justicia, libertad—, no ha logrado alcanzar el lugar que debería tener. Hoy el reto es enorme. Mañana será mayor.