Por: Enrique Minor
Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos
En términos de la medición multidimensional de la pobreza, los cambios en sus componentes podrían no ser tan profundos, salvo en algunos indicadores como el incremento en la carencia por acceso a los servicios de salud y la caída de algunos componentes relevantes de los ingresos. En este último caso es de esperarse una disminución de los ingresos ocasionada principalmente por la caída de fuentes como el ingreso laboral, el trabajo independiente, la disminución de algunas transferencias y la renta de la propiedad; por otra parte, otras fuentes podrían incrementarse como respuesta de los hogares ante la crisis, como las remesas, el autoconsumo y algunas fuentes de ingresos no monetarios. En el caso de las transferencias del gobierno, su influencia en el ingreso es todavía incierta: dado el cambio en la política social y los montos en las transferencias monetarias, no es posible prever cuál será su posible efecto ni cómo lo habrán reportado los hogares entrevistados.