Eli Lilly y Compañía se ha dado a la tarea de desarrollar no solo tratamientos innovadores contra la diabetes sino que además lanzó la iniciativa “Lilly NCD Partnership”, centrada en capacitar al personal médico, en elevar la detección y disminuir en diferentes países del mundo, incluyendo México, la carga económica que representan las enfermedades crónicas y degenerativas.
Almudena Suárez Fernández, directora de Asuntos Corporativos para México, Latinoamérica y El Caribe de Lilly, explicó que el programa se lanzó en septiembre de 2011 y trabaja de forma coordinada con organizaciones civiles de ocho países, entre estos México, Brasil e India, para lograr que los pacientes tengan un mayor y mejor acceso a la atención médica.
Suárez explicó que las Enfermedades Crónicas no Transmisibles, que incluyen a la diabetes, son la causa de las dos terceras partes del total de muertes que se registran en el mundo.
En México, la empresa farmacéutica -que en 1923 lanzó la primera insulina en el mundo- junto a la Fundación Carlos Slim (FCS), pretende no solo mejorar el acceso sino evitar que alrededor del 50% de los pacientes abandonen su tratamiento en menos de un año, lo que deriva en muertes prematuras y atenta contra el desarrollo sustentable.
El trabajo realizado entre la farmacéutica y la fundación, denominado modelo Casalud, parte del hecho de que la diabetes afecta, de acuerdo con la Federación Internacional de Diabetes, a 9 millones de personas en México y hacia 2035 el número de mexicanos con la enfermedad se estima superará los 16 millones.
La iniciativa en México va por detectar a al menos 4 millones de personas que no han sido diagnosticadas, a efecto de canalizarlas a las clínicas del programa Casalud, y éstas lleguen a convertirse en centros de excelencia, ayudando a los médicos de atención primaria con nuevas herramientas, como lo puede ser una base de datos a nivel nacional que guíe y ayude a monitorear, tratar y dar un seguimiento correcto a cada paciente.
La directiva recordó que la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT 2012) reporta que un alto porcentaje de diabéticos tienen una falta de control del padecimiento, sin considerar, que en el país hay un porcentaje de adultos a los que no se les ha diagnosticado la diabetes.
Por ello, la empresa farmacéutica también capacita a los médicos de primer nivel de atención para que detecten entre la población personas con diabetes y que ignoran que padecen la enfermedad.
En nuestro país, durante su primera fase, el programa Lilly NCD Partnership ha trabajado de la mano con Fundación Carlos Slim (FCS) evaluando la implementación de su modelo Casalud en clínicas de atención primaria, lo que fortaleció la aplicación del modelo a nivel nacional, y traducirse en un mayor y mejor acceso a la atención de pacientes con diabetes.
Las clínicas contribuyen a reforzar el sistema de salud en México y una de las peculiaridades es que utiliza tecnología de punta para enfrentar a los actuales problemas, para crear bases de datos confiables, elevar y transformar la calidad en el cuidado de los pacientes.
Con este modelo se ha desarrollado un esquema de tamizaje y detección oportuna de la diabetes a través del sistema MIDO (Medición Integrada para la Detección Oportuna), el cual extiende el alcance de la detección a todas las personas que asisten a los centros de salud así como a las personas que están fuera de éstos, ya sea en plazas, iglesias y visitas de casa en casa.
Hasta el momento, el modelo Casalud ha alcanzado la mayor parte de los estados de la República Mexicana, no obstante, el trabajo con Lilly NCD Partnership se enfocó en realizar una evaluación de la implementación de este modelo en 8 clínicas de los estados de Querétaro y San Luis Potosí.
La evaluación pudo identificar mejoras necesarias al modelo, las cuales fueron implementadas casi de inmediato en el resto de las clínicas de los otros estados en los que también ya se había puesto en marcha el modelo. La evaluación tuvo una duración de 3 años y permitió dar un seguimiento longitudinal a más de 400 pacientes con diabetes e hipertensión.
Los resultados del análisis demostraron que los conocimientos del personal de salud mejoraron significativamente en cuanto a la detección y tratamiento de la enfermedad; asimismo, los pacientes notaron una mejoría significativa en sus consultas, como lo fue en la revisión de pies y retina.
También el trabajo realizado evidenció la necesidad de una corresponsabilidad por parte del paciente ante su enfermedad junto con las indicaciones del médico y que el paciente efectúe un abordaje más activo en relación a su padecimiento.