Uber se encuentra ante un aumento en la mano dura en su contra en Taiwán, donde la compañía se enfrenta a multas hasta de 800 mil dólares a menos de que se registre como un negocio normal de taxis, lo que destaca los obstáculos regulatorios con los que se topa en todo el mundo la aplicación estadunidense para reservar transporte.
La presidenta, Tsai Ing-wen, electa el año pasado, quiere reducir su dependencia de China, país que afirma ser dueño de Taiwán, y aumentar el crecimiento mediante el desarrollo de la isla como un centro para las startup.
A partir del viernes, el gobierno de Taiwán —uno de los pocos mercados donde Uber no se enfrenta a aplicaciones de competidores— aumentará la multa máxima que enfrentan y sus choferes, por ofrecer servicios ilegales de transporte de pasajeros a 25 millones de nuevos dólares taiwaneses (780 mil dólares), en comparación con 150 mil nuevos dólares taiwaneses.
El gobierno de Taiwán dice que Uber, con sede en San Francisco, debe registrarse como una compañía de taxis y seguir los mismos estándares de seguridad y de seguros que otras empresas o se enfrentará a sanciones por violar la ley.
La compañía estadunidense, que se enfrenta a la resistencia de los reguladores y los conductores en muchos mercados, insiste en que no es una compañía de taxis y que el nivel de regulación que requiere el gobierno hará que sea “difícil funcionar para nuestro modelo de negocio”.
“Uber y nuestros competidores no son empresas de taxi”, dijo Likai Gu, gerente general de Uber en Taiwán, donde un millón de personas descargaron la aplicación y donde hay 10 mil conductores activos. “Tratamos de conectar los coches con los pasajeros”.
Uber y sus choferes ya recibieron multas por 92 millones de nuevos dólares taiwaneses y el aumento en las multas puede dificultar que la compañía y sus conductores puedan continuar en operación, dependiendo de cómo aplique el gobierno las nuevas multas.
Gu dijo que la disputa no solo se trata de Uber, y advirtió que el enfoque del gobierno mina sus esfuerzos para revitalizar la economía, que está en dificultades, al promover la inversión en tecnología y en las startups.
Esa ofensiva aumentará la sensación de que Taiwán es un lugar difícil para las startups que mercados rivales como Singapur.
Información adicional de Gloria Cheung.