Bajos ingresos, extenuantes jornadas laborales y el más alarmante clima de violencia entre las naciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), son solo algunos factores que menoscaban la calidad de vida en México, aseguró este organismo en su informe “¿Cómo va la vida?”, que intenta medir aspectos del desarrollo social fuera de la ortodoxia económica.
En México, casi la tercera parte de la población económicamente activa trabaja 50 horas por semana, una proporción muy superior al 13 por ciento de la OCDE, y solo después de Turquía, con un porcentaje mayor a 40.
Además de tener una de las peores condiciones de empleo, los mexicanos son los que menos ganan. El ingreso disponible neto de los hogares es el más bajo, con cerca de 13 mil dólares per cápita, menos de la mitad del promedio de la OCDE, de 27 mil dólares, y aún más lejos de Estados Unidos, que ocupa el primer lugar, con 39 mil.
El promedio anual en México de los ingresos del trabajador de tiempo completo también es el más bajo, con casi 13 mil dólares, rezagado respecto a la OCDE, que registró 41 mil dólares.
La riqueza financiera neta de los hogares es la tercera más baja en México, con más de 11 mil dólares per cápita, para ubicarse por encima de Turquía y Eslovaquia, pero muy lejos del promedio del organismo, de 81 mil dólares.
En los dos indicadores que miden la violencia, México obtuvo el resultado más alarmante. La tasa de muertes por asalto fue la peor entre los países del organismo, al ubicarse en 23 por cada 100 mil habitantes, más de cinco veces el promedio de la OCDE de cuatro por cada 100 mil.
En tanto, el porcentaje de personas que denunciaron un asalto en un año fue la más alta, con 13 por ciento, más de tres veces superior al promedio del organismo, de 4 por ciento.
En materia de vivienda, el país obtuvo el peor promedio, con apenas una por persona por habitación, mientras que el promedio de la OCDE se ubica en 1.7, y Canadá tiene el primer lugar, con casi tres.
Asimismo, en educación México reprobó en cuanto a la medición de habilidades cognitivas de estudiantes mayores de 15 años, con 417 puntos en el Programa para la Evaluación de las Competencias de Adultos (PIAAC, por su sigla en inglés), el cual mide alfabetismo y habilidades numéricas.
El primer lugar lo obtuvieron Japón y Corea del Sur, con más de 500 puntos, mientras que la media del organismo se ubica en 497 puntos.
En cuanto a la educación de la población adulta que logra el nivel medio superior, solo 38 por ciento de los mexicanos de entre 25 y 64 años lo alcanzaron, mientras que en la OCDE el porcentaje es de 77 por ciento, y la República Checa tiene el primer lugar, con 93 por ciento.
Además, 77 por ciento de los mexicanos no cuenta con recursos en momentos de dificultad, cuando 90 por ciento sí tiene apoyo de amigos y familiares en la OCDE.
“Ese es un dato que llama la atención, ya que muchos mexicanos no obtienen apoyo a pesar de la estructura familiar en el país”, señaló José Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, en el quinto foro mundial de estadística y política que se lleva a cabo en Guadalajara, Jalisco, y donde se presentó el informe sobre calidad de vida.
Peligros para la niñez
En esta edición del estudio “¿Cómo va la vida?”, la OCDE incluyó por primera vez un análisis de la calidad de vida de la infancia. En el caso de México, fue el más bajo en el ingreso disponible de las familias con niños, con un promedio de poco más de 6 por ciento, mientras que la OCDE tiene una media de 24 por ciento.
Asimismo, México es el peor ubicado en materia de pobreza entre la niñez, con 26 por ciento, un dato solo mejor que Turquía, con 28 por ciento, e Israel, con 29 por ciento.
“En general, los niños pagan un alto precio por la desigualdad, ya que uno de cada siete en la OCDE vive en pobreza, y uno de cada 10 en un hogar donde prevalece el desempleo”, aseguró Gurría.
En tanto, Enrique Iglesias, ex secretario general de la Cumbre Iberoamericana, advirtió que la liquidez generada por los países desarrollados en la última década para salir de la crisis económica, es un riesgo para naciones emergentes, ya que ahora enfrentan la posibilidad de una salida abrupta de flujos, con la normalización de la política monetaria de países como Estados Unidos.
En otro tema, y ante la poca utilidad del Producto Interno Bruto para medir un desarrollo económico que disminuya la desigualdad, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), anuncio que incluirá nuevas mediciones, e impulsará mayor innovación en la medición del estado de ánimo de la población, a través del análisis del uso del Twitter por parte de los mexicanos.
“La diferencia en la expectativa de vida entre los estados (en México) más ricos y pobres es de 4 cuatro años”, indicó José Ángel Gurría en Guadalajara, Jalisco.