La economía alemana se contrajo en el segundo trimestre, con un retroceso de 0.1 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) respecto a los tres meses anteriores, anunció el miércoles la oficina federal de estadísticas Destatis, marcando el fin de la década dorada.
Esta cifra, lastrada por los malos resultados de su economía exterior, supone un freno para la primera economía de la zona euro, tras un aumento de 0.4 por ciento del PIB alemán en el primer trimestre y después de que Alemania evitara entrar en recesión durante la segunda mitad de 2018.
Los datos siguen los pronósticos de los analistas consultados por Factset.
Esta contracción del PIB alemán "marca definitivamente el final de una década dorada para la economía alemana", comenta Carsten Brzeski, economista de ING Bank, quien recuerda que desde el final de la recesión de 2008-2009, la economía alemana progresó de 0.5 por ciento de media a ritmo trimestral.
"Inevitablemente, se reanudará la discusión sobre las medidas de reactivación presupuestaria", agregó, aunque la canciller alemana, Angela Merkel, descartó el martes la idea de relanzarla a través de la deuda.
De abril a junio, la primera economía europea se vio impulsada sobre todo por la demanda interior, el gasto público y las inversiones, con un ligero retroceso en la construcción, según Destatis.
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