Cuando Tatiana Clouthier, secretaria de Economía, estaba en sus 20 años y terminó su primer trabajo en la administración pública, se enteró que ella tenía el salario más bajo de todos sus colegas. “Esa fue mi primera sorpresa al entender lo que significa ser mujer y ganar menos”, dice.
Las mujeres ocupan 9 de los 19 cargos en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. De hecho, en junio de 2019 se consagró en la Constitución la paridad de género en el gobierno, el Congreso, el Poder Judicial, las instituciones autónomas y las candidaturas electorales de México. También ocurrió con el “lenguaje que hace que las mujeres sean visibles e incluidas”.
Pero a pesar de que Clouthier experimentó los valores sexistas de primera mano, un desliz verbal reciente mostró lo profundamente arraigadas que están las actitudes de género en la segunda economía más grande de América Latina.
En una conferencia poco después de comenzar su cargo en enero, se refirió a su subsecretaria, Luz María de la Mora, por su nombre de pila, y el diminutivo “LuzMa”. Se dirigió a su subsecretario masculino, Ernesto Acevedo, con el honorífico “Doctor”, a pesar de que ambos funcionarios tienen doctorados.
Para las feministas en México, comentarios como este demuestran que el cambio social a veces solo es superficial y que, a pesar de los grandes avances, todavía queda un largo camino por recorrer.
Los estudios muestran que las mujeres mexicanas quieren empleos, ayuda con sus roles de cuidadoras y estar libres de violencia, dice Clouthier. Sin embargo, en los tres aspectos, los resultados son mixtos, y el covid-19 hizo que las cosas sean aún más difíciles.
“Las mujeres son las más afectadas por el covid y las más vulnerables en términos de empleo”, dice Fatima Masse, directora de sociedad inclusiva en el IMCO.
Señala que 73 por ciento de las mujeres que perdieron su trabajo al comienzo de la pandemia volvieron a trabajar. Sin embargo 57 por ciento de las pérdidas de empleo en enero en comparación con diciembre corresponden a mujeres, “casi 800 mil mujeres que habían recuperado su empleo en diciembre de 2020 los perdieron de nuevo en enero de 2021”.
Como en muchos países, las mujeres mexicanas son las que llevan la peor parte en el cuidado de niños y ancianos o parientes enfermos. Cuando asumió el cargo se criticó a López Obrador por eliminar los subsidios a las guarderías infantiles y dar a las mujeres transferencias en efectivo, monto que no siempre cubría los gastos de guardería.
Tatiana Clouthier dice que en noviembre pasado se aprobó en la cámara baja del Congreso una ley diseñada para garantizar el derecho a un “cuidado digno”, pero los críticos dicen que no se han propuesto nuevos fondos o instituciones para apoyar esto.
El Datos...57%
De las pérdidas de empleo en enero, en comparación con diciembre, afectaron a las mujeres
La violencia es uno de los problemas más espinosos que frenan la participación de las mujeres en la fuerza laboral. Las mujeres que tienen trabajos fuera del hogar pueden escapar más fácilmente de la violencia, dice Clouthier, y se ofrecen 20 mil microcréditos por valor de mil 200 dólares específicamente para mujeres al frente de pequeñas empresas.
Pero, en los primeros nueve meses de 2020, casi 1 de cada 10 hogares reportó algún tipo de violencia doméstica en un país donde dos tercios de las mujeres han sufrido violencia, 44 por ciento a manos de sus parejas. Alrededor de 11 mujeres al día son asesinadas. Un estudio reciente encontró que 24 por ciento de los delitos clasificados como feminicidio entre 2012 y 2018 dieron lugar a condenas, pero más del doble de asesinatos de mujeres no se clasificaron como feminicidio, lo que sugiere una impunidad casi total.
Las estadísticas muestran que las mujeres trabajan más que los hombres, ganan menos y tienen dificultades para ascender en la escala corporativa en México.
Cuando el IMCO analizó 155 compañías que cotizan en bolsa, descubrió que la representación de mujeres de 9 por ciento en el Consejo de Administración de México era la más baja entre economías similares. Solo dos directores ejecutivos eran mujeres.
El IMCO indicó que el PIB de México aumentaría 15 por ciento para 2030 si 8.2 millones más de mujeres se incorporaran a la fuerza laboral. Actualmente, el país tiene una de las tasas más bajas de participación femenina en lo laboral.
Clouthier reconoce que las habilidades de programación, comercio electrónico o tecnología son vitales para las mujeres que buscan reincorporarse al empleo. Sin embargo, en el radar de la Secretaría de Educación todavía no figura alentar a las chicas a estudiar ciencias, matemáticas, ingeniería y tecnología.
srgs