Moody’s Investors Service alertó que en un contexto donde después de una década de crecimiento estable, la actividad económica de México cayó a su ritmo más bajo desde 2009, el consumo de las personas es débil y no apoyará la recuperación económica; no obstante, la remesas continuarán siendo un elemento de impulso.
Estima que la economía de México se recuperará lentamente en 2020 y podría alcanzar un crecimiento de 1 por ciento y de 2.1 por ciento en 2021.
En un documento, Moody’s indicó que es poco probable que el consumo de los hogares se acelere en medio de la baja disponibilidad de crédito, pues la trayectoria de las ventas minoristas sigue siendo incierta para 2020 y el pequeño tamaño del mercado de crédito al consumo del país tiene una debilidad estructural, lo que sugiere que el consumo de los hogares no aumentará sustancialmente en el futuro previsible.
Además, añadió, aunque las tasas hipotecarias se mantendrán estables y esto hace que los precios de los préstamos para casas sean más predecibles para los clientes, la demanda de nuevas viviendas de interés social seguirá siendo débil.
Aunado a lo anterior, la confianza del consumidor, el lento crecimiento del empleo limitan al alza la demanda de vivienda, al ser factores determinantes para su dinamismo, a lo que se suma que el desempeño del sector manufacturero y del turismo también podría afectar la demanda de vivienda.
No obstante, la agencia calificadora agregó que las remesas provenientes de Estados Unidos representan una porción creciente del consumo privado en México y continuarán soportando el consumo de los hogares, especialmente en el segmento de materiales para la construcción.
Sin embargo, destacó, cualquier disminución en el empleo o ingresos en Estados Unidos, y por ende de las remesas, pudiera afectar el consumo en ciertos estados más dependientes de estos recursos.
GGA