La pobreza en América Latina volvió a retroceder en 2024, con una caída de 2.2 puntos porcentuales frente al año previo, impulsada en gran medida por el dinamismo económico de México y, en menor medida, por la recuperación de Brasil, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
El secretario ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar-Xirinachs, señaló que la reducción de la pobreza a nivel regional, en 2024, se explica por el peso demográfico de estos países que entre los dos representan 52 por ciento de la población total de la región.
En la presentación del informe anual Panorama Social de América Latina y el Caribe 2025, aclaró que México y Brasil no fueron los países con las mayores caídas porcentuales, pero por el tamaño de sus poblaciones, sus variaciones impactan con mucha fuerza el promedio regional.
El titular del organismo detalló que en ambos casos el principal motor de la reducción de pobreza fue el aumento de los ingresos laborales, especialmente el aumento de los salarios.
En el caso de México, precisó que de los tres puntos porcentuales de reducción, dos puntos se explican por una mejora en los salarios, impulsados en gran medida por el fuerte incremento del salario mínimo que fue alrededor de 135 por ciento real entre 2018 y el 2025.
Mencionó que otras políticas que contribuyeron fueron las becas universales, las transferencias a las poblaciones vulnerables y muy importante la universalización de pensiones para los adultos mayores.
Para Brasil, indicó que de la reducción de 1.9 puntos porcentuales, 1.2 puntos provinieron de los salarios y 0.4 de mayores transferencias públicas no contributivas.
Al ser cuestionado sobre si estas políticas podrían replicarse en otros países, José Manuel Salazar respondió que hay algunos instrumentos y políticas que sí sería deseable replicar, por ejemplo, la ampliación de los sistemas de protección social, que incluye instrumentos como las transferencias a poblaciones vulnerables y la ampliación de la cobertura de pensiones a adultos mayores.
Sin embargo, dijo que la viabilidad de esto depende del espacio fiscal en cada país y de la capacidad de gestión y ampliación de la cobertura y por supuesto de la visión y voluntad política de cada gobierno.
Pese a la reducción de la pobreza, el secretario ejecutivo de la Cepal afirmó que continúan los desafíos estructurales, como la concentración del ingreso que sigue siendo 'extrema'.
Recordó que “10 por ciento más rico capta 34.2 por ciento del ingreso total" y subrayó que “las mayores reducciones en la desigualdad respondieron principalmente a dinámicas del mercado laboral, lo que resalta la gran importancia de mercados laborales dinámicos” y los procesos de crecimiento e inversión.
José Manuel Salazar concluyó que salir de la trampa de alta desigualdad y baja movilidad social requiere políticas integrales, es insuficiente trabajar solo en uno o dos de los componentes, ya que se trata de un fenómeno multidimensional que exige un enfoque integral.
MRA
