La revisión del acuerdo de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) será clave para ampliar las oportunidades de innovación y comercio en el país, expuso Marco Alemán, subdirector general de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI).
Comentó a MILENIO que este acuerdo será determinante para que México pueda posicionarse entre los 50 países más innovadores del mundo.
Esto, dijo, se debe a los avances en innovación, investigación científica, exportaciones tecnológicas y propiedad industrial, así como a la incorporación de la Ciudad de México al listado global de los clústeres de innovación más activos del planeta.
“México se encuentra en el puesto 58 del Índice Global de Innovación, lo cual lo ubica bastante bien frente a otros países de la región, por lo que estamos en puerta de entrar en la lista de los primeros 50 países más innovadores del mundo”, explicó.
Por ello, destacó que la propiedad intelectual se encuentra en el centro de las conversaciones del T-MEC, lo que además facilita la integración de los países que conforman este acuerdo comercial trilateral.
“Los empresarios que tengan la posibilidad de utilizar estos acuerdos para buscar la comercialización de sus productos no solo en un país, sino en los tres, amplían las posibilidades de éxito de sus empresas”, apuntó.
En este sentido, dijo que la propiedad intelectual siempre ha sido un tema de interés particular por una razón específica: “los objetos que se comercian a nivel internacional contienen un contenido intelectual”.
“Y al tener en cuenta que la mayoría de los objetos que se comercializan tienen un contenido intelectual, la regulación de la propiedad intelectual —que es la vía por la que se protegen estos objetos, servicios o contenidos— juega un papel fundamental”, remarcó el subdirector.
El subdirector de la Ompi, hizo hincapié que el papel que juega la propiedad industrial es muy relevante, debido a que se ha convertido en el motor de la competitividad y expansión internacional para las empresas mexicanas.
“El hecho de que haya un sistema de patentes en el país que funcione, le garantiza a las empresas (…) obtener estos derechos que se convierten en ventajas económicas así como competitivas frente a otros”, argumentó.