Los precios al consumidor en Estados Unidos aumentaron 0.1 por ciento en octubre, su menor alza en tres meses, debido a que el alza de los costos de la gasolina por efecto del huracán Harvey se diluyó y disminuyó 2.3 por ciento.
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El Departamento de Trabajo informó que los precios al consumidor subieron 0.1 por ciento mensual, tras aumentar 0.5 por ciento en septiembre y de 0.4 por ciento en agosto, con lo que la tasa de inflación anual se desaceleró a 2.0 por ciento.
La inflación subyacente, que excluye los precios volátiles de los alimentos y la energía, avanzó 0.2 por ciento impulsada por repuntes en los costos de la salud, de alquiler de viviendas y del tabaco, entre otros bienes y servicios; acelerándose a 1.8 por ciento interanual.
Bajaron los precios de automóviles nuevos, actividades de recreación y ropa; mientras que aumentaron los de atención médica, automóviles usados, productos tabacaleros y seguros de automóviles.
Pese a la baja inflación, los economistas privados siguen esperando que el banco central aumente las tasas cuando se reúna el mes entrante.
La presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, y otros directivos de la entidad prevén que el mercado laboral se reducirá, lo que provocará un alza en los sueldos y salarios, lo que a su vez incentivará la inflación. En octubre el desempleo fue de 4.1 por ciento, su nivel más bajo en 17 años.
La Fed ha aumentado las tasas de interés dos veces este año: en un cuarto de punto en marzo y en otro cuarto de punto en junio. La tasa se mantiene entre 1 y 1.25 por ciento.
GGA
