Ante la promoción de la actualización del Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS) a bebidas alcohólicas, propuesta por parte de la bancada de Morena y respaldada por la industria, Concha y Toro, compañía chilena del sector de vinos, no prevé que estos cambios repercutan de manera importante en su negocio en México.
La iniciativa propuesta por el senador Gerardo Novelo pretende gravar a las bebidas alcohólicas con una cuota fija de 1.04 pesos a cada grado por litro.
"Hemos hecho bastantes análisis, puede ser que nos afecte, pero no en gran medida. Quizá hay otras categorías que se podrían ver más afectadas, podrían haber algunos ajustes, pero no los vemos con mayor signo de alarma. Podría ser manejable para el consumidor y buscando proteger al consumidor en términos de precio y propuesta de valor, estamos haciendo todos los modelos y búsquedas de eficiencias para que los consumidores no se vean afectados", dijo en entrevista con MILENIO Cristian Paut, director general de VCT&DG.
De acuerdo con el directivo, para el proceso de importación la compañía trabaja con distribuidores estratégicos que les ayudan en el proceso y no han tenido cambios para introducir sus productos al país. El chileno dijo que de haber cambios en la industria, lo más importante será poner atención a las repercusiones en materia de productos ilegales.
"En esta categoría hay cierta producción de consumo ilegal y es lo que estamos defendiendo ante los distintos entes gubernamentales, para que todos los cambios que se hagan consideren ese efecto. Porque cuando no lo hacen, los resultados se vean mucho después, cuando ya el daño está hecho. Estamos hablando de que estos cambios puedan ser graduales y que se hagan bien", afirmó.
Expuso que en este tenor, Concha y Toro ha mantenido conversaciones con las autoridades relacionadas con la industria, con el fin de conocer la promoción de este tipo de iniciativas para contemplar sus escenarios a futuro.
Hoy México representa 3.5 por ciento del volumen total de la empresa, aunque de acuerdo con su director general, se espera que al ser una categoría subdesarrollada en el país, tendrá mayores tasas de crecimiento respecto a otros mercados, toda vez que la industria vitivinícola mexicana se ha desarrollado de manera importante en la última década.
"Nos queda un camino largo, pero ahí también hay un desafío porque una vez que el vino sea un producto de segmentos más masivos, esto cambiará completamente. Una vez que el mercado y la gran población de México se sume a esta categoría esto puede cambiar radicalmente", indicó.
De acuerdo con cifras del Consejo Mexicano Vitivinícola (CMV) en los últimos cinco años el consumo de vino en el país pasó de los 450 a los 950 mililitros per cápita.
"En general la categoría de vinos en México se ha ido desarrollando con mucha fuerza en los últimos años; el año 2020 el sector de restaurantes sufrió muchísimo por los cierres debido a la pandemia. Eso provocó un cambio de canales muy fuerte, pues mucha gente se volcó hacia los canales de autoservicio, club de precios y otros canales donde tuvimos una buena presencia. Fue un año desafiante pero que pudimos capitalizar de buena manera", dijo el director de Concha y Toro.
Hoy la empresa tiene una participación de entre 13 y 14 por ciento en el mercado mexicano; a lo largo de la pandemia la empresa vio un mayor consumo de marcas como Casillero del Diablo en el país.
"Estamos viendo una recuperación muy importante del canal tradicional, que se refiere a restaurantes; y otros como el comercio electrónico. Viene una recuperación en distintos canales,con distintas marcas, y el futuro de la categoría va a seguir desarrollándose de forma muy potente en el país. En los últimos años se ha hecho un trabajo espectacular, el país tiene un tema cultural, de las raíces, que es lo que va a atraer a más gente dentro de la categoría.Buscamos cubrir todos los segmentos de precio para cubrir nuestra participación", concluyó.
MRA