Subway, la cadena de restaurantes conocida por ofrecer sándwiches de un pie de largo, llegó a un acuerdo para venderse al grupo estadunidense de capital privado Roark Capital por más de 9 mil millones de dólares, en una de las mayores operaciones de compra de empresas por parte de capital privado del año.
Roark Capital pagará 9 mil mdd por adelantado, de acuerdo con dos personas con conocimiento de las condiciones. También acordó realizar hasta 600 millones de dólares en posibles pagos adicionales a lo largo de tres años por el grupo de restaurantes de propiedad familiar.
El grupo de capital privado con sede en Atlanta financiará su adquisición con alrededor de 4 mil millones de dólares en capital y 5 mil mdd en deuda. El financiamiento fue dirigido por Morgan Stanley, Barclays, JP Morgan y otros cuatro bancos.
Roark considerará opciones como la titularización de algunas de las tiendas de Subway después de que se cierre la compra.
La adquisición subraya el creciente apetito de los grandes bancos por financiar adquisiciones después de 18 meses en los que evitaron en gran medida nuevos compromisos de préstamo. Las instituciones se vieron desalentadas después de enfrentarse a pérdidas de miles de millones de dólares en compromisos de deuda no vendida adquiridos antes de un fuerte aumento de las tasas de interés el año pasado.
La escisión por parte de la firma de capital privado GTCR del negocio de pagos Worldpay, del grupo de tecnología financiera FIS, el mes pasado se consideró una señal de la reapertura de los mercados de préstamos. Un consorcio de bancos lideró un paquete de financiamiento de 8 mil 400 millones de dólares para la transacción.
La venta marcará el final de más de medio siglo de propiedad familiar de Subway. La compañía fue pionera en el uso de tiendas franquiciadas para crecer rápido con unos costos de capital mínimos.
Ya en 1974, Subway empezó a vender derechos de uso de su marca y esfuerzos de mercadotecnia a empresarios independientes que eran propietarios y operaban tiendas a cambio de pagar una regalía. El modelo ayudó a la firma a crecer para pasar de alrededor de 16 tiendas a más de 37 mil establecimientos en todo el mundo.
Otros grandes grupos restauranteros, como McDonald’s, orientan cada vez más sus operaciones hacia el mismo modelo.
En la última década, Roark ya gastó más de 10 mil millones de dólares en la compra de cadenas de restaurantes como Arby’s, Buffalo Wild Wings y la matriz de Dunkin’ Donuts, entre otras. El grupo de inversión de propiedad privada, controlado por Neal Aronson, administra activos por valor de 37 mil mdd. Su nombre se debe a Howard Roark, protagonista de la novela libertaria de Ayn Rand El manantial, y es conocido por sus esfuerzos de cambio de rumbo que se enfocan en el uso de franquicias para la expansión.
El grupo de capital privado también es propietario de Driven Brands, un conglomerado de reconocidas marcas de servicios automotrices como Maaco, Meineke y 1-800 Radiator. Además invirtió en gimnasios y clínicas de cuidado de mascotas que dependen de franquicias.
Roark surgió como el ganador de un proceso que incluyó otras ofertas de capital privado después de que Subway contrató a JP Morgan a principios de año para manejar un proceso de venta.
El grupo de capital privado tendrá la tarea de revitalizar una marca que, según muchos expertos, se expandió en exceso en EU y resultó afectada por los cambios en los hábitos de consumo.
En los últimos años, Subway cerró miles de establecimientos para manejar una menor demanda derivada de las dietas bajas en carbohidratos y el lento retorno de los trabajadores después de la pandemia a los distritos comerciales centrales donde se encuentran muchos de sus restaurantes.
“La transacción es un hito importante en el viaje de transformación de varios años de Subway, que combina la presencia global de Subway y la fortaleza de Roark”, señaló la firma en un comunicado.
