Los gobiernos de la Unión Europea y el Parlamento Europeo celebraron un acuerdo histórico el miércoles pasado sobre cómo clasificar las inversiones verdes, esta es la primera vez que un regulador global diseña un sistema de etiquetado para lo que considera un producto financiero sustentable.
Las negociaciones entre los Estados miembro y los eurodiputados estuvieron al borde del colapso la semana previa al acuerdo después de que países como Francia y la mayor parte de Europa del Este, presionaron para que la energía nuclear se incluyera en esta denominada taxonomía.
Pero ambas partes lograron cerrar sus divisiones la tarde del lunes, lo que abre el camino para una adopción formal de las reglas para principios de enero; las primeras entrarán en vigor alrededor de diciembre del próximo año.
Valdis Dombrovskis, el vicepresidente ejecutivo de la Unión Europea de finanzas, dijo que el acuerdo “hizo historia”.
“Este es un facilitador necesario para lograr que fluyan las inversiones verdes y ayuden a Europa a alcanzar la neutralidad del carbono para 2050”, dijo Dombrovskis.
Bruselas está decidida a encontrar la manera de detener el llamado “greenwashing” (engaño verde), en el que los participantes del mercado etiquetan sus productos como verdes sin que los inversores tengan manera de comprobar lo que esto realmente significa.
El acuerdo pone en marcha un proceso en el que científicos y académicos elaboran criterios para la inversión sustentable, algo que se espera que tarde más de dos años.
La etiqueta verde será el estándar más alto disponible para los inversionistas y es probable que incluya tecnologías renovables y productos de energía limpia como la eólica y la solar.
De acuerdo con el borrador inicial de la lista del grupo de expertos de la Comisión Europea, la sustentabilidad de las compañías se califica con base en los ingresos que generan de vehículos con motores que tienen emisiones cero.
Aunque la lista todavía se encuentra en la etapa de proyecto, Luca Bonaccorsi, director de finanzas sustentables de la organización no gubernamental Transport & Environment, dijo que los criterios “estrictos” afectarán cómo las acciones y bonos que emiten empresas como Volkswagen serán tratados por los gestores de activos, lo que significa que el dinero puede salir de las empresas con baja calificación a favor de las que se califican como verdes.
“Por el momento, Volkswagen califica como una de las compañías más sustentables del mundo con las agencias de clasificación ESG (ambientales, sociales y de gobierno)”, dijo Bonaccorsi. “Según la taxonomía Volkswagen se va a considerar verde o que cumple con la taxonomía solo por el porcentaje de ventas de vehículos de cero emisiones si eres un gestor de activos tendrás que revelar esto. Esto afectará la asignación de activos”.
¿La tecnología nuclear y de gas cuentan como verdes? No. Aunque Francia, la República Checa, Polonia y otros países de Europa del Este presionaron para que la tecnología nuclear recibiera un trato menos severo.
En su lugar, bajo el compromiso que se alcanzó, el marco deja abierta la posibilidad de que la tecnología nuclear y otros tipos de tecnologías de bajas emisiones de carbono, como el gas, puedan calificarse como tecnologías que ayudan a la transición hacia un mundo neutral en carbono si bien no son totalmente verdes.
Pascal Canfin, eurodiputado francés que dirige el comité de medio ambiente del Parlamento Europeo, dijo que las compañías que participan en los residuos nucleares y la contaminación serán evaluadas bajo un principio de “no hacer daño” que se establecerá a finales del próximo año la Comisión Europea.
Bajo las reglas, cualquier empresa que cotice en la Unión Europea con más de 500 empleados tendrá que revelar cuánto de sus ingresos y gastos de capital se basan en actividades que son amigables con el medio ambiente. Los administradores de fondos con grandes cantidades de activos bajo gestión también tendrán que calcular qué cantidad de sus carteras califica para el estándar verde.
¿Quién usará la taxonomía?
Werner Hoyer, presidente del Banco Europeo de Inversiones (BEI), dijo que utilizará las normas de taxonomía para identificar los proyectos en los que el BEI debe invertir en toda Europa. Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE), dijo la semana pasada que las reglas serían de “gran ayuda”, ya que trata de dar un giro hacia préstamos más sustentables.