Las entidades de crédito chinas intervinieron para otorgar miles de millones de dólares a los bancos rusos cuando las instituciones occidentales retiraron sus operaciones en el país durante el primer año de la invasión a Ucrania.
Las medidas adoptadas por cuatro de los bancos más grandes de China forman parte de los esfuerzos de Pekín para promover el yuan como moneda mundial alternativa al dólar.
Los apoyos de China al sector bancario ruso se cuadruplicaron en los 14 meses transcurridos hasta finales de marzo, de acuerdo con los últimos datos oficiales que analizó la Escuela de Economía de Kiev para Financial Times.
Las instituciones de crédito ocuparon el lugar de los bancos occidentales, que se vieron sometidos a una fuerte presión por parte de los reguladores y políticos de sus países de origen para que salieran de Rusia, mientras las sanciones internacionales hacían mucho más difícil hacer negocios.
El Banco de China, el Banco Industrial y Comercial (ICBC, por su sigla en inglés), el de construcción y agrícola aumentaron su exposición combinada a Rusia de 2 mil 200 millones de dólares a 9 mil 700 mdd en los 14 meses que transcurrieron hasta marzo, de acuerdo con los datos del banco central ruso, de los cuales el ICBC y el Banco de China sumaron 8 mil 800 millones de dólares.
Durante el mismo periodo, el banco austriaco Raiffeisen Bank —la entidad extranjera con mayor exposición a Rusia— aumentó sus activos en el país en más de 40 por ciento, de 20 mil 500 millones de dólares a 29 mil 200.
Raiffeisen dijo que estudia la forma de retirarse del país y que desde marzo redujo sus activos a 25 mil 500 millones de dólares.
Las medidas de los bancos chinos se enmarcan en la tendencia de Rusia a adoptar el yuan como moneda de reserva, en lugar del dólar estadunidense o el euro.
“Los préstamos de bancos chinos a bancos e instituciones de crédito rusos, demuestran que las sanciones están surtiendo efecto”, declaró Andrii Onopriienko, subdirector de Desarrollo de la Escuela de Economía de Kiev.
El alza de operaciones en yuanes pone de relieve el giro económico de Rusia hacia China, ya que el comercio entre ambos alcanzó un récord de 185 mil mdd en 2022.

Antes de la invasión del año pasado, más de 60 por ciento de los pagos de Rusia por sus exportaciones se realizaban en lo que las autoridades del país ahora denominan como “divisas tóxicas”, como dólar y euro, y el yuan representaba menos de 1 por ciento.
Desde entonces, las “divisas tóxicas” descendieron a menos de la mitad de los pagos por exportaciones, mientras que el yuan representa 16 por ciento, según el banco central ruso.
Raiffeisen es uno de los pocos bancos occidentales que mantiene una presencia significativa en Rusia, después de que varios organismo extranjeros cortaron lazos y vendieron sus filiales el año pasado.
Pero las reformas que introdujo el Kremlin el verano pasado hacen que sea más difícil para los bancos extranjeros vender sus filiales rusas. El viernes, el viceministro de Finanzas ruso, Alexei Moiseev, reafirmó la postura del gobierno de obstaculizar las ventas de bancos extranjeros.
Las utilidades del negocio ruso de Raiffeisen aumentaron 9.6 por ciento, para llegar a 867 millones de euros en los seis primeros meses de este año, y el banco austriaco aumentó en 200 millones de euros la remuneración de su personal en Rusia.
Raiffeisen dijo que trata de encontrar la manera de vender o escindir su negocio ruso sin dejar de cumplir con las leyes y regulaciones locales e internacionales.
“Nos comprometemos a seguir reduciendo nuestra actividad empresarial en Rusia mientras seguimos avanzando en estas posibles transacciones”, añadió el banco.
En conjunto, la proporción de activos bancarios rusos en manos de entidades financieras extranjeras se redujo de 6.2 a 4.9 por ciento en los 14 meses transcurridos hasta marzo.
El ICBC, el Banco de China, el Banco de Construcción y el agrícola no quisieron emitir comentarios al respecto.
