Huawei dijo que podrá desplegar su propio sistema operativo móvil “muy rápidamente” si se excluye a sus smartphones del software Android de Google.
El segundo mayor fabricante de smartphones del mundo se enfrenta a la posibilidad de quedar excluido del sistema operativo para teléfonos móviles más popular del mundo después de que la Casa Blanca lo ubicó en la lista de “entidades prohibidas”, que le prohíbe a las empresas estadunidenses suministrarles tecnología.
Huawei, que el año pasado vendió 200 millones de teléfonos, le prometió a sus clientes que sus teléfonos actuales continuarán funcionando, y tendrán acceso a la Play Store de Google para comprar aplicaciones. Estos teléfonos están certificados para que Google pueda proporcionarles actualizaciones y descargas sin pasar a través de Huawei.
Pero Tim Watkins, vicepresidente ejecutivo de Huawei para Europa occidental, advirtió: “El futuro no es tan seguro”. Huawei se cataloga como víctima de la guerra comercial actual entre Estados Unidos y China, y Watkins dijo que la compañía “quedó atrapada en medio”.
Dijo que el grupo se estuvo preparando para lo peor, después de convertirse en objetivo de Estados Unidos el año pasado, y que estuvo trabajando para tener su propio sistema operativo, que “puede empezar a trabajar muy rápidamente”. Señaló que en algunas partes de China se puso a prueba el sistema operativo.
Huawei, que utiliza Windows de Microsoft en sus laptops y tabletas, desde hace mucho tiempo busca desarrollar sus propios sistemas operativos. En una entrevista con el periódico Die Welt de Alemania, y posteriormente confirmado por Huawei, Richard Yu, el director ejecutivo de su división de consumo, dijo que la compañía estaría “preparada” en el caso de cualquier inclusión en una lista negra.
“Ese es nuestro plan B. Pero por supuesto preferimos trabajar con los ecosistemas de Google y Microsoft”, dijo a la publicación alemana en marzo. Microsoft no quiso hacer comentarios.
Huawei también depende de chips de silicio que producen empresas estadunidenses, como Qualcomm e Intel, y Watkins dijo que la compañía acumuló un inventario para cinco años de piezas de repuesto para sus teléfonos y para un año de componentes.
En una nota de investigación dirigida a los clientes, los analistas de Citi dijeron que la prohibición potencial del software “podría paralizar el negocio de equipos y smartphones de Huawei”.
Google dijo el lunes que cumpliría con las órdenes de la Casa Blanca y que “revisa las implicaciones”.
Si Google bloquea a Huawei de Android, que se utiliza en casi tres cuartas partes de los teléfonos móviles del mundo y ofrece más de 2.5 millones de aplicaciones, la compañía china aún podrá usar la versión básica de código abierto del software.
Pero sus futuros teléfonos inteligentes pueden perder el acceso a aplicaciones como YouTube, Gmail y Maps, así como a la Google Play Store y a las actualizaciones de seguridad. Es probable que esto tenga un efecto grave en su atractivo para los consumidores fuera de China, donde muchas aplicaciones de Google ya están prohibidas.
Huawei no desglosa su negocio de teléfonos inteligentes, pero el año pasado dijo que el negocio de consumo contribuyó con 48 por ciento de los ingresos de la empresa. Richard Windsor, analista independiente, dijo que perder el ecosistema de Google “muy probablemente le cueste a Huawei todos sus envíos de smartphones fuera de China”, lo que representa, de acuerdo con consultoras de datos que como Counterpoint Research, aproximadamente la mitad de su total.
Las repercusiones de la prohibición de la Casa Blanca continuaron afectando a las acciones del sector de tecnología en Europa el lunes después de los informes de que los fabricantes de chips más grandes del mundo, como Qualcomm, Broadcom, Intel e Infineon, tienen planes de dejar de suministrar a Huawei.
El índice Stoxx que le da seguimiento al sector de tecnología de Europa estaba en camino de registrar su mayor caída en una sola sesión desde febrero. Descendió 2.4 por ciento, con lo que superó la caída de 0.3 por ciento del índice más general Stoxx 600.
Peter Garnry, jefe de estrategia de capitales de Saxo Bank, dijo que el movimiento de Google fue “efectivamente la señal de inicio de una guerra fría de tecnología”, y agregó: “Lo que estamos presenciando es una posible reconfiguración del comercio global…”.
"Las firmas estadunidenses que tienen una importante exposición de ingresos en la Gran China (tanto en el continente como en Hong Kong) son las que enfrentan el mayor riesgo a la baja de cualquier escalada de la guerra comercial”.
En Estados Unidos, Huawei también se ve como un pararrayos para preocupaciones más generales, entre ellas el robo de propiedad intelectual y la creciente destreza tecnológica de China. Se enredó en la guerra comercial entre EU y China, y la prohibición efectiva se produjo apenas unos días después de que el presidente estadunidense, Donald Trump, aumentó a 25 por ciento los aranceles a las importaciones chinas y Pekín tomó represalias del mismo tipo.
Otros fabricantes de dispositivos también han buscado desarrollar sus propios sistemas operativos, pero pocos han logrado grandes avances.
Alibaba, que maneja las plataformas de comercio electrónico más grandes de China, trató de construir el “Android de China”, pero terminó entrando en conflicto directo con Google por lo diferente que era su sistema operativo Aliyun de Android. Su sucesor, ALIOS, se basa en Android.
De manera similar, Samsung no ha logrado ganar mucha tracción para su sistema operativo Tizen basado en Linux.
¿Cómo va a afectar a los usuarios de Huawei la prohibición de Android?
Alrededor de una cuarta parte de todos los teléfonos que se vendieron en el Reino Unido los fabricó Huawei de China y se basan en el sistema operativo Android de Google. A escala mundial, Huawei tenía casi 19 por ciento del mercado de smartphones en el primer trimestre de este año, de acuerdo con Canalys, lo que lo convierte en el segundo mayor vendedor después de Samsung.
Por lo tanto, no fue una sorpresa que los centros de llamadas y las cuentas de redes sociales de redes como Vodafone y EE empezaran a encenderse la mañana del lunes después de que durante la noche Google advirtió que cumpliría con la decisión de la administración Trump de impedir que Huawei utilizara el sistema Android en los nuevos teléfonos.
Google se apresuró a aclarar que Google Play, su tienda de aplicaciones, y Google Play Protect, su software de seguridad para teléfonos inteligentes, seguirían funcionando para las personas que ya poseen un smartphone o tableta Huawei basadas en Android. Así que los usuarios actuales no se ven afectados.
Pero no está claro cómo se va a desarrollar la situación. Huawei dijo que no se van a prohibir las actualizaciones básicas al software de código abierto de Android como resultado del movimiento. Pero si se le prohíbe trabajar con Android en un desarrollo más avanzado y las aplicaciones y servicios de Google no están disponibles para los nuevos teléfonos de Huawei, el atractivo de sus dispositivos se va a desvanecer rápidamente ya que se verá obligado a recurrir a alternativas internas.
Las actualizaciones de seguridad oportunas para los teléfonos Android probablemente seguirán siendo una preocupación para los usuarios de teléfonos Huawei actuales.
El daño real que causa la decisión de Google se dará en las ventas futuras. El 5G está a punto de su lanzamiento en mercados como el Reino Unido y los teléfonos de Huawei están en el centro de ese impulso. La tranquilidad que se ofrece a los usuarios “actuales” tal vez no será suficiente para superar la alarma del consumidor cuando quieran actualizar.
1.46% Caída de índice Nasdaq, que resultó arrastrado por las malas relaciones de EU y China, así como por el retroceso de Apple.
2.96% Retroceso de Intel en la jornada de ayer en Nueva York, afectado por el veto a Huawei por parte del presidente de EU, Donald Trump.
5.99% Desplome que sufrió Qualcomm, pues la empresa de chips es una de las proveedoras de la firma china de telecomunicaciones Huawei.
5.97% Caída de Broadcom en la jornada de ayer, que la marca como la segunda firma más afectada con esta nueva escalada de tensiones.
MRA