Negocios

Generación Z, la más rica de EU hasta 2040

Este grupo mueve el consumo de su país al gastar el doble de lo que ahorra, aunque es pesimista sobre el futuro

Mi columna de esta semana sobre por qué la vivienda será el sector más politizado del futuro me hizo reflexionar más sobre la Generación Z como una fuerza económica. Los miembros de este grupo —los nacidos entre 1997 y 2012— son los consumidores más jóvenes de aquí. Sin embargo, tendrán un enorme impacto en la economía en su conjunto durante los siguientes cinco años, al convertirse en la mayor parte de la población general. De acuerdo con un informe del Bank of America Institute que se publicó en marzo pasado, tendrá 36 billones de dólares en ingresos, que aumentarán a 74 billones para 2040.

Y lo están gastando. Los datos de tarjetas de crédito muestran que la Generación Z gasta casi el doble de lo que tiene ahorrado, desembolsando casi tres veces más en entretenimiento que la población general, e incluso más en restaurantes, comercio minorista y viajes. Al mismo tiempo, se sienten presionados por el costo del cuidado infantil, el de los seguros y, por supuesto, el alquiler (que está aumentando a su ritmo más rápido desde 2011, según datos del Censo).

No es de extrañar que la Generación Z sienta que va a necesitar la friolera de 587 mil dólares al año para que se sientan financieramente exitosos, según un estudio reciente de Empower. Eso es casi nueve veces el salario promedio nacional. Puede parecer absurdo, pero si tenemos en cuenta los préstamos estudiantiles (que con Donald Trump vuelven a ser un gran problema), además del hecho de que el precio de cosas como la vivienda (el costo promedio de los hogares a escala nacional se encuentra hoy en 446 mil dólares), la atención de salud y la educación a menudo han aumentado más rápido que la tasa de inflación subyacente en las últimas décadas, podemos entender por qué los salarios astronómicos parecen ser la única forma de mantenerse al día con la generación de sus padres.

Por desgracia, muchos de los puestos de trabajo de nivel inicial a los que estos jóvenes pueden tener acceso al salir de la universidad son justo el tipo de cargos en los que la inteligencia artificial (IA) está quitando al intermediario, incluso a un alto nivel. Me llamó la atención, por ejemplo, que los bancos empiezan a utilizar a los llamados LLM (modelos de lenguaje de gran tamaño) como analistas de investigación. Además, la incertidumbre económica creada por el presidente Trump puso a las empresas en un modo de baja contratación y baja tasa de despidos. Si tienes un trabajo, estás bien, pero si no lo tienes, conseguir un nuevo puesto es mucho más difícil que antes.

Mi propia hija de la Generación Z, graduada con honores Phi Beta Kappa de la Universidad de Chicago, tiene que trabajar en tres empleos para mantenerse y dedicarse a sus pasiones artísticas. A pesar de ser una persona privilegiada, su visión del futuro es pesimista. No está segura de tener hijos, por razones de asequibilidad, pero también por una actitud catastrófica hacia el cambio climático. No cree que alguna vez pueda darse el lujo de una casa. (Vean la fabulosa columna Data Points de nuestro colega John Burn-Murdoch sobre cómo esto refleja una tendencia generalizada en el mundo angloamericano). Y como resultado, su política es decididamente populista. Como la mayoría de las personas que conozco en la ciudad de Nueva York menores de 40 años, apoya a Zohran Mamdani y le encantaría ver a Bernie Sanders o a alguien como él en la Casa Blanca.

Pero a pesar de todo esto, lo cierto es que la Generación Z será la más numerosa y rica para 2035. La riqueza está ahí, incluso si los costos de todo subieron. Es más, hay una tendencia incipiente a ahorrar más que se refleja en los datos, sobre todo en las mujeres jóvenes. De acuerdo con la compañía de planes de jubilación TIAA, 20 por ciento de los jóvenes de la Generación Z ya empezó a ahorrar para la jubilación y están aportando más que los millennials. Son buenas noticias, dada la escasez total de ahorros en la población general.

Puedo citar todos los datos sobre la Generación Z y canalizar la insatisfacción de mi hija, pero le pedí a mi colega Amelia Pollard, que pertenece a este grupo poblacional, que opine sobre lo que revelan las cifras —y lo que no— respecto a cómo los jóvenes ven la economía y a sí mismos como actores económicos y políticos. Amelia, basándote en tu propia experiencia, ¿cómo crees que la Generación Z transformará aspectos como el mercado inmobiliario, la educación, el consumo y la política en los próximos años?

Lecturas recomendadas

-La economía de Estados Unidos sigue sorprendiendo y desconcertando con su fortaleza ante tanto riesgo. Recomiendo leer un inteligente artículo de Big Read en Financial Times sobre si existe un nuevo modelo, si los analistas se equivocan o si el sufrimiento aún está por llegar.

-En The Wall Street Journal, Gerard Baker analiza tres teorías sobre por qué los aranceles todavía no provocan una recesión.

-Un artículo de Financial Times sobre por qué China no puede romper con su modelo económico (que se basa en la fabricación) es de lectura obligatoria.

-Además, me acabo de poner al día con un artículo de Financial Times publicado el fin de semana pasado sobre por qué y cómo Irán se alejó de sus inclinaciones seculares y occidentales después de la revolución de 1979. Para mí, existen preocupantes paralelismos con Estados Unidos de la actualidad en cuanto al papel que la desigualdad y el consumo ostentoso desempeñan en el fomento de la protesta social y el populismo.

Amelia Pollard responde

Hola Rana, me alegra opinar en nombre de la Generación Z, aunque el hecho de no tener TikTok puede inclinarme culturalmente hacia la generación de los millennials. Hay dos tendencias principales que compiten en los datos que encontraste: el grupo más joven no puede evitar gastar de más, incluso sintiendo la necesidad de ahorrar para el futuro.

Mis padres no pensaban mucho en la seguridad financiera cuando estaba creciendo, y en general la mentalidad que adoptaban era la de “ya lo resolveremos”. Esto se debía en parte a que ambos estaban inscritos en pensiones, lo que compensaba su falta de otros ahorros. Aun así, la idea de un ‘fondo de emergencia’ era inexistente; esperaba evitar un destino similar.

El fácil acceso a la asesoría financiera —a través de influencers en redes sociales y foros en línea como Reddit— forjó una de las generaciones mejor informadas sobre cómo administrar el dinero. Entendemos los planes 401k y el poder del interés compuesto. Incluso algunos de nosotros incursionamos en complejos planes de jubilación como las “cuentas Roth IRA de puerta trasera” (para que quede registrado, no soy uno de ellos).

Sin embargo, nuestra astucia financiera posiblemente surgió por necesidad. Muchos de mis amigos tienen deudas estudiantiles, y algunos tienen una cantidad abrumadora. No tenemos más remedio que hacer presupuestos y planear con antelación.

Entonces, ¿por qué gastamos tanto dinero al mismo tiempo? Aquí es donde entra el nihilismo. Como señalas, la probabilidad de criar una familia cómodamente o ser propietario de una vivienda se ve cada vez más lejos, incluso para los que tienen trabajos bien remunerados. En la actualidad, las universidades privadas pueden costar 90 mil dólares al año. (Incluso las universidades públicas están en alrededor de 28 mil dólares anuales; eso puede influir en el estado en el que me establezca, para que mis hijos tengan la oportunidad de pagar la matrícula estatal).

Imaginen cuáles serán esas cifras cuando mis hijos vayan a la universidad. La reflexión puede ser: ya que las perspectivas son tan sombrías, ¿por qué no divertirse?

Sin embargo, bajo todo esto se esconde lo que muchos jóvenes consideran grietas estructurales en el corazón mismo de la economía estadunidense. Ven que los ricos se vuelven cada vez más ricos, mientras que la red de seguridad social está prácticamente ausente. Algo fundamental no funciona del todo.

Esta creencia es lo que condujo a hordas de jóvenes a políticos de izquierda como Sanders y Mamdani, quienes tienen ideas audaces (y para algunos extremas) sobre cómo transformar la economía. Hasta que esta generación —que pronto ocupará puestos de poder y de toma de decisiones por sí misma— sienta una mínima seguridad financiera, esa ola progresista va a perdurar.



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@The Financial Times Limited 2025. Todos los derechos reservados . La traducción de este texto es responsabilidad de Milenio Diario.

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