Negocios

La fortaleza de las madres emprendedoras de La Laguna

Las ganas de salir adelante y de innovar es lo que comparten cinco mujeres, que nos cuentan sus historias de éxito para concretar su sueño.

Nos dimos a la tarea de buscar a madres-empresarias de la Comarca Lagunera, cuya historia de éxito relata no solo el esfuerzo de concretar su sueño como emprendedoras, sino la fortaleza y entrega de cada una para brindarles a sus hijos amor y una vida plena, sin importar las dificultades.

Todo nace de la maternidad

Temer por su seguridad y el futuro de su bebé, hizo que Elena Piña Godoy tomara la decisión de buscar otra vida, lejos de casa, lejos de su tierra natal, aprendiendo a cuidar de su recién nacido pero sobretodo a descubrir que ella también podía realizar su sueño.

"Yo huí de Torreón", acepta Elena Piña Godoy de Jabonería Piña, Spa Orgánico, muy relajada entre aromas dulces y florales de su negocio. 

La inseguridad que se vivió en La Laguna la hizo escapar junto con su esposo, aventurándose hacia la tierra veracruzana, en espera del nacimiento de su pequeña.

Trabajó como oficinista, siempre con la idea de que no pertenecía a ese lugar y es que su necesidad de ser madre era cada vez más importante para ella, sin mencionar que tratar de identificarse con otra cultura le fue muy difícil. 

Fue entonces que abrió sus ojos, abrazó su verdadera identidad y se preguntó qué quería realmente para ella y el futuro de su hija.

Motivada por los cuidados de su bebé y entusiasta al descubrir toda una nueva flora del clima templado de Veracruz, la llevó a experimentar con la elaboración de jabones artesanales, sintiendo una gran empatía por las mujeres que viven día a día siendo madres y cumpliendo las exigencias sociales de belleza.

Entre cinco paredes de oficina, ofreció sus productos aumentando su economía hasta que llegó la pregunta ¿qué estoy haciendo?.

"Tenía mucha ambición de hacer algo nuevo, pensando, que padre sería tener esto en mi ciudad", comenta. 

Y así, después de solo un año, decidió regresar a Torreón aventurándose a tener éxito trayendo al desierto la influencia de las costumbres naturales de las costas en sus productos. "Ya no era la misma, me cambió mi visión de ver la vida", añade.

Hoy a sus 28 años, su tienda cumple cuatro años de aniversario, siendo hogar de diferentes artículos propios y nacionales, su laboratorio de creaciones y un espacio espiritual donde mujeres y madres acuden para adquirir artículos para la piel, hablar sobre maternidad y aprender en familia.

Todo lo puedes construir

Luz Adriana Hernández Palacios sale de su taller llena de aserrín con botas de seguridad, blusa y pantalón holgado de mezclilla y gafas para soldar, toma un respiro y regresa a sus pedidos de madera y hierro, negocio que sorprende a todos los que quieren un trabajo especial para el hogar.

Haber construido una familia no es lo único a lo que se ha dedicado Luz Adriana, su trabajo como herrera le permite mantener a sus hijos y trabajar con materiales y herramientas que la hacen feliz. 

Si bien, antes su sudor y lágrimas eran producto de un confuso camino de identidad, ahora son de felicidad y alegría al ver crecer a sus hijos mientras ella hace lo que más le gusta.

Tras el abandono de su marido, sus tres hijos la motivaron a seguir creciendo, siendo ellos parte de su fortaleza para emprender como mujer en una labor que popularmente es considerada para hombres. 

"Tuve que ir a un grupo de ayuda, pero al llegar y saber de los verdaderos problemas de la gente como cáncer, sida, muerte, me dije ¿qué estoy haciendo aquí? Solo me dejó mi marido, puedo continuar mi vida", sostiene.

'La mujer debe quedarse en casar'- solía escuchar cuando era niña, pero Luz decidió darle un giro a sus actividades hogareñas desde los 23 años fue que descubrió el arte de la herrería. 

Estos materiales los usa para crear maravillosas piezas decorativas de bodas, quinceañeras y hasta piezas para el hogar, todo en la comodidad de su taller, donde ha encontrado un espacio de libertad y tranquilidad donde puede ser ella misma.

La más joven del curso de herrería en las instalaciones del Instituto de la Mujer, se dio la oportunidad de concluir la preparatoria y ahora va por su carrera universitaria, Licenciatura en Derecho, algo que le emociona y llena de esperanza a sus 42 años. 

Hoy, ella asegura que "No son errores, son problemas. La capacidad de reaccionar a corregir las cosas es lo que cuenta."

Un lugar en el corazón de Doris

"¿Cómo puedes vivir sin carne?", le pregunta una clienta, "Es posible, aquí estoy yo después de 41 años." Dora Elsa Ríos López es madre y encargada de su local de comida vegana en Torreón, una historia más allá de la alternativa culinaria.

Dora había invertido su tiempo, dinero y esfuerzo en hacer realidad el sueño de otro y ni siquiera con un buen salario, "me cansé de cumplir el sueño de alguien más, era mi turno", comenta. 

Llevando a su padre como modelo y las enseñanzas que recibió de él, Doris decidió contarle al mundo lo que era, una mujer vegana.

Gastó la liquidación de su último trabajo y abrió su restaurante de comida vegana, pero las necesidades no cesaban, un día era comida vegana y al otro con carne, pues los clientes no se sentía muy abiertos con los platillos, por lo que comenzó a incluir res, pollo y hasta puerco pero no era algo de su gran agrado.

Sin embargo gracias a la identidad de las nuevas generaciones, jóvenes de la ciudad comenzaron a acudir a su negocio, sintiendo gran emoción por el menú de Doris. 

Todo iba viento en popa, hasta que un desafortunado accidente lesiona la rodilla de Doris y debe cerrar el local, nuevamente los problemas aparecían.

Aún así y con todo lo que le han dicho a Doris sobre su producto, se levantó, se puso en marcha en las redes sociales y ahora su comida se atraviesa en los ojos de los curiosos del veganismo para realizar pedidos.

El negocio prospera, recibiendo los productos hechos en casa de Doris con mucha aceptación y un espacio donde todos sus clientes -la mayoría jóvenes- se sienten escuchados.

"Fue una responsabilidad quitarles la carne", responde al preguntarle lo que fue para ella transformar el menú de sus hijos. 

Sin embargo, sus hijos y jóvenes entran a su local y la llaman "Mamá Doris", pues ella los consuela, les aconseja y los consciente con su comida, apoyada por sus cuatro hijos, que hoy siguen sus enseñanzas y la motivan a ser madre, emprendedora y amiga de las redes sociales.

Una mujer de buen diente

"Tuve que dejar de ser asquerosa", comenta entre risas Laura Juárez Alemán, quien se ha involucrado en la perfección de carne seca, producto que ofrece por redes sociales y en los corredores comerciales de Torreón.

Después de 32 años como educadora, los días de Laura eran aburridos y tensos ante los cuidados de su tía, quien comenzaba a presentar síntomas de cáncer, percatándose de todo el tiempo perdido tras la dedicación en su labor como maestra. 

Sus hijos avanzaron, no sabía cocinar, se habían terminado los días para salir y socializar, a lo que ella se preguntó ¿qué voy hacer?

Gracias a una amiga que decidió visitar en Houston, Texas, aprendió sobre la preparación de carne seca y todo inició como un gusto personal.

"Me puse a jugar" añade, pues la confección de la carne fue gracias a la influencia de las habilidades de cocina de sus amistades, ya que de joven se negó a la crianza culinaria de su madre. Rescató a sus 53 años la enseñanza de la cocina y es que confiesa con una risa tímida "¡Mi esposo es vegetariano!".

"No estaba dispuesta a seguir desatendiendo a mi familia y con esto nos hicimos un gran equipo", comenta. 

Aunque su compromiso como catedrática le impidió convivir con sus hijos, grande fue su sorpresa cuando su hija diseñó el logotipo del producto, su hijo comenzó la distribución, mientras que su esposo y yerno se involucraron con la elaboración para apoyarla a lanzar el producto por redes sociales.

Como docente, los valores son su principal lema y base en la educación de sus hijos, sin mencionar el amor y dedicación de las decisiones que tuvo que tomar para apoyarse a sí misma y a su familia. 

Laura sostiene que no desea echarse para atrás y menos pisotear a los demás para llegar a donde desea y que las adversidades que se presenten, serán bien recibidas. "¿Sacrificios? No. Bendiciones, pero nadie te regala nada".

Amor y entrega, el componente ideal

María Cristina Martínez Pérez, es una mujer y madre empresaria que se ha dedicado a la elaboración de galletas de nuez, misma que entre sus ingredientes hay una historia que contar llena de experiencia y aprendizaje.

"Hay que mejorar las cosas, para uno mejorar también", María Cristina es dueña, empresaria y repostera de sus llamadas gemas de nuez, negocio de galletas que se permitió tener al llegar de Estados Unidos después de separarse de su marido, saber de la muerte de su hermana y reencontrarse con su familia, que no había visto desde hace más de 30 años.

Cristina llora ante el recuerdo de su padre antes de su muerte, siendo la menor de ocho hermanos no se sentía cómoda con todo lo que se había perdido en la familia y la idea de ser recibida como la siempre hermana menor que debe tener todo, no le gustaba.

Sin embargo, el producto de su padre la llevo por un camino diferente y comenzó a elaborar galletas de nuez pura. 

La popularidad de ellas la regreso a tierras americanas a competir en el concurso de la conferencia de Western Pecan Association, ganando el primer lugar en repostería con su receta.

Ante su triunfo, sus ojos miraron el futuro de una forma distinta.

Decidida a construir su propio negocio, compartiendo el gusto con la empresa de su padre y sus hermanos, se levantó por sus hijos y por ella misma para trabajar en el proyecto de repostería de nuez, convirtiéndose en un gran éxito por las redes sociales.

Cristina aún lucha con las decisiones que tomó, viviendo separada de sus dos hijos pero luchando ante la adversidad pues "si tu no lo haces por ti... nadie lo hará", comenta. 

Su hija mayor se aferra a la vida norte-americana, mientras que su hijo menor vive en México adaptándose a todo lo que se había perdido.

A sus 67 años, Cristina ha aprendido a posicionarse como mujer empresaria en La Laguna, como una vez su padre al aventurarse al negocio de la nuez que ahora está presente en sus deliciosas galletas.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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