El mercado del empaquetado en México superará los 28 mil 740 millones de dólares para el final del año, según estimaciones de Mordor Intelligence.
Del mismo modo, Grand View Research proyectó que el mercado de empaquetado, en específico de cartón y papel, llegará a los casi 10 mil millones de dólares en 2025.
Sin embargo, el sector del embalaje en México se encuentra en una encrucijada comercial, pues el incremento de 50 por ciento a los aranceles de acero y aluminio impuestos por Estados Unidos hace algunas semanas, redefinirá la estructura de toda la cadena de suministro, de acuerdo con Mundi, compañía de tecnología financiera especializada en comercio internacional.
Aranceles, el gran obstáculo de la industria
Según Mundi, también influyen las tarifas que México aplicará a partir del próximo año al plástico (ahora entre 10 y 35 por ciento), cartón y papel (entre 15 y 50 por ciento), así como al vidrio (entre 35 y 50 por ciento), provenientes de países sin acuerdos comerciales.
Por su parte, la Asociación Mexicana de Envase y Embalaje (AMEE) estimó que el sector representa 1.7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, 8.6 por ciento del PIB manufacturero y 5.5 por ciento del PIB industrial.
Además calculó que en 2024, la producción nacional de envases y embalajes superó las 16.3 millones de toneladas, un incremento de 5.5 por ciento respecto a 2023.
“Los envases y embalajes son muy relevantes para nuestra economía y el comercio internacional; sin ellos, ningún bien puede llegar al consumidor”, señaló Paulina Aguilar, cofundadora y CRO de Mundi.
"Sabemos que hoy la incertidumbre por los aranceles está obligando a las empresas a replantear su estructura financiera y de suministro", expresó.
Este dinamismo se explica por el auge del nearshoring, el crecimiento del comercio electrónico y el aumento en los flujos de exportación de productos que requieren empaques especializados y de alta calidad.
Desafíos tecnológicos
La AMEE identificó que 50 por ciento de los envases producidos en México se destinan al sector de alimentos y bebidas, 15 por ciento a productos domésticos, 15 por ciento a artículos para cuidado personal y 10 por ciento a productos farmacéuticos.
Sin embargo, la cadena productiva del sector enfrenta desafíos significativos a pesar de su potencial, lo que refleja una necesidad de expansión y modernización para aprovechar plenamente las oportunidades de exportación.
Aguilar recalca que para que más empresas del sector aprovechen esta ola de exportación especializada, se requiere más que producción: "se necesitan procesos tecnológicos de última generación, la capacidad de adaptarse a regulaciones y estándares internacionales".
"El financiamiento estratégico puede ser el puente entre el potencial de nuestras cadenas productivas y la integración global; con capital de trabajo adecuado se pueden mantener operaciones, modernizar maquinaria, explorar sustitutos locales o incorporar materiales sostenibles”, declaró Aguilar.
AG