Sin importar quien gane las elecciones presidenciales, el hecho de que se reviertan las reformas estructurales o se empiece a debilitar el marco institucional del país, generaría una degradación de la calificación crediticia de México (A3), aseguró Moody's Investors Service.
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En conferencia con medios, el analista soberano de México en Moody's, Jaime Reusche, indicó que las reformas estructurales ya han dado beneficios positivos al país, pero que falta seguir implementándolas, y revertirlas "sin lugar a dudas implica una degradación a la calificación".
Asimismo, agregó que el debilitamiento de instituciones sólidas como el banco central o las fiscales o un giro brusco en políticas públicas que empiece a deteriorar las tendencias económicas, serían elementos para reducir la calificación de México.
No obstante, indicó que si bien es un riesgo, es poco probable que la próxima administración dé un giro en las políticas implementadas, pues se ha evaluado la fortaleza del marco institucional con el Banco de México como uno de los bancos centrales de los países emergentes con mejor reputación, además de que existe contrapeso en el Congreso.
Con respecto a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), Reusche indicó que la incertidumbre por su futuro era lo que tenía en negativa la perspectiva del país y el que se hayan dado en las últimas semanas señales de llegar a un acuerdo hizo que se cambiara a estable.
Añadió que Donald Trump ha desistido de algunas de sus exigencias que podrían haber dado ya un punto de quiebre en el acuerdo comercial y que aunque el proceso se alargue más allá de las elecciones, se mantiene la expectativa de que llegará a un resultado favorable.
Pese a esto y a que las reformas estructurales han dado resiliencia a la economía mexicana ante choques externos, Moody's reconoció que hay debilidades que limitan la calificación de México.
Entre estos elementos que son históricos destacan flagelos del sector informal, corrupción, bajos niveles de educación, debilidad del poder judicial y el estado de derecho. "Estos son los lastres que han limitado la calificación, fácilmente podría ser más alta. Cambiar esto va a requerir mucho esfuerzo de cualquier gobierno", puntualizó.
GGA