Planear, programar y presupuestar. En estas tres acciones se resume el trabajo de la Secretaría de Finanzas Públicas. Solo falta considerar el factor tiempo: mientras transcurre el 2021, Finanzas ya piensa en 2022. “Presupuestamos lo que se va a ejecutar, pero desde un año antes”, asegura su titular, la doctora Jessica Blancas.
Gracias a esta anticipación, la secretaria pudo declarar en noviembre de 2019: “El año que viene, financieramente hablando, vamos a estar muy golpeados”. Y tuvo razón. En marzo de 2020, se registró en México el primer caso de coronavirus, y la economía mundial se vio gravemente afectada.
“Los secretarios nos medimos por indicadores y teníamos el reto de ser mejores que el año pasado. Todos estábamos muy animados. Recuerdo perfectamente que, en temas de recaudación, fuimos el primer lugar a nivel nacional. En ese primer trimestre ya habíamos recaudado la mitad de lo que se iba a recaudar en todo el año. Yo iba a superar la meta”, recuerda.
En el Gobierno de Hidalgo sabían que la pandemia no solo iba a afectar a la salud. “Lo vimos como un efecto dominó, en donde la ficha principal, que era la salud, si se caía, iba a tirar otras fichas muy importantes: la del desarrollo económico, la del trabajo y la de la seguridad. Nos dimos cuenta que no solo era la salud, era toda la estabilidad de un estado. Por eso, el gobernador (Omar Fayad) salió a supervisar personalmente todos los hospitales”.
La encomienda del Ejecutivo fue empezar desde el principio para responder las preguntas: ¿Qué se tiene? ¿Qué hace falta? “El hospital inflable no se compró en esta administración. Se había utilizado antes para otros fines y lo sacamos, se desempolvó. Ahora el hospital inflable está reconocido a nivel internacional. Salieron los chinos a decir: Nosotros montamos un hospital en seis días… pues el gobernador, en tan solo 24 horas, montó el hospital inflable”, destaca la secretaria.
En esos primeros días, Fayad dio positivo a covid-19, pero siguió trabajando desde el aislamiento. El siguiente paso era contraer el gasto para atender la crisis y ofrecer recursos a la ciudadanía para amortiguar el golpe.
Por su parte, la Secretaría de Finanzas implementó un paquete de medidas fiscales a beneficio de los contribuyentes, entre ellas: la ampliación del plazo para el pago de refrendo, la condonación del 50 por ciento en el Impuesto Sobre Nómina, la condonación del 100 por ciento en el Impuesto por la Prestación de Servicios de Hospedaje, la suspensión de actos de fiscalización de impuestos y la ampliación del periodo para la inscripción al Padrón Estatal de Contribuyentes.
Sin duda, la pandemia debilitó el Producto Interno Bruto del país y de todos los estados; aun así, a principios de 2021, Hidalgo fue reconocido por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), como la cuarta entidad a nivel nacional en recuperación económica. “Esto quiere decir que Hidalgo muestra una actividad económica muy cercana o por arriba de la esperada bajo el escenario sin covid”, detalla.
Para la doctora, esto se logró gracias a la estrategia conjunta del Ejecutivo que consideró los siguientes factores: diversificación de la economía, certidumbre a la inversión privada a través de la inversión pública y manejo responsable de los recursos.
Acerca de la diversificación, la secretaria comentó: “En Hidalgo hemos apostado por la atracción de inversiones privadas en los sectores energético, agroindustrial, químico farmacéutico y de servicios. Algunas de estas inversiones ya se habían consolidado en los primeros años de gobierno, y otras más se concretaron durante la contingencia sanitaria. Esta línea de acción permitió que, al cierre de 2020, Hidalgo fuera una de las entidades con menor tasa de desocupación (2.3 por ciento) de acuerdo con el INEGI”.
Por otra parte, la confianza en los inversionistas se consolidó con obra pública, la cual no se detuvo aún en tiempos de pandemia. “De esta manera buscamos la actividad industrial para que genere empleos, y la conectividad, para facilitar el tránsito de los productos, bienes y servicios”, dice.
A la secretaria le encanta asistir a las reuniones de gobernadores y escuchar los comentarios de otros mandatarios. “Estamos atravesando por una pandemia y tú todavía estás construyendo. Te das el lujo de generar obra pública”, cuestionan al gobernador Omar Fayad.
Al igual que el resto de las entidades federativas, Hidalgo depende en su mayoría de los ingresos transferidos por la Federación. Por eso, la Secretaría de Finanzas Públicas apostó por la disminución del gasto operativo. “Le hemos dado prioridad a los programas de apoyo social que benefician la economía de las familias, así como a las pequeñas y medianas empresas”.
Los bancos han sido muy abiertos con el Gobierno del estado, quien ya tiene convenio con 19 instituciones financieras; no solamente banca de primer piso, sino de segundo piso. “Si tú ves el círculo económico, está bien cerrado. Planeamos desde la cabeza, que es el gobernador, quien nos dice qué hay que hacer y cómo hacerlo”, afirma.
A Hidalgo, no solamente le alcanzó para enfrentar la pandemia, sino que, en el cuarto trimestre de 2020, alcanzó una reducción de su deuda pública en un 24. 4 por ciento, respecto de 2016. ¿Cómo fue eso posible? En 2018 se reestructuró la deuda con Banamex y en 2019 el refinanciamiento con BBVA. Las aportaciones fueron a capital, por más de mil 14.3 millones de pesos. La política fue de cero endeudamiento.
“La covid nos puso en situaciones que solo habíamos visto en películas y para las que nadie nos había preparado”, confiesa la funcionaria. “Nos orilló a crear conciencia y adoptar una actitud responsable y de prevención. La crisis sanitaria nos enseñó que, para fortalecer y afrontar los retos económicos, es necesario tener finanzas sanas, manteniendo un nivel de deuda que sea manejable, controlando la aplicación y racionalidad del gasto y usando las tecnologías de la información para el control financiero. Adicionalmente nos mostró la importancia de la planeación para reducir la vulnerabilidad financiera y con ello crear un Gobierno más resiliente”.
“Todo comienza de la planeación. Si no tienes eso, tienes un río revuelto, y a río revuelto… ya lo sabemos todos: ganan los pescadores”.
La prueba no ha terminado
“Vienen tiempos difíciles, más difíciles que el 2020”, pronostica la secretaria con voz profética. “Vemos cómo las tasas del Banco de México están siendo más amigables para que pueda haber circulante y que la gente no pierda su poder adquisitivo”.
Cifras
-25% en gasto público se redujo con la cancelación de programas no prioritarios para la atención de la pandemia.-24.4% disminuyó la deuda pública al cuarto trimestre de 2020, con respecto a 2016.
Para la secretaria, hay dos formas de ver la crisis: positiva o negativa. “El lado negativo es que, a lo mejor, el dinero no nos va a sobrar para poder hacer nuevas cosas o generar más desarrollo. Pero creo que nosotros aquí, en el gobierno de Omar Fayad, lo estamos viendo como una oportunidad. “Sabemos que vienen nuevos retos como los incentivos fiscales para empresarios, municipios y todos los organismos autónomos. Tenemos que buscar la simplificación en materia fiscal, desarrollar campañas de sensibilización e invitar a un cobro persuasivo.
“Nos encontramos como sociedad en una crisis de identidad. Es momento de identificar los valores que estamos enseñando a las nuevas generaciones. Debemos formar a hombres, mujeres y niños duros, no a personas débiles. Nuestro país requiere de personas fuertes, no personas de cristal”, concluyó.