El crecimiento del consumo de productos tecnológicos en México, como celulares y pantallas, provoca que la tienda departamental Coppel busque conectar con clientes de este sector a través de una experiencia inmersiva.
En este sentido, la tienda presentó Coppel Conecta, que cuenta con actividades como competencias gamers y stands para empresas.
Su primera actividad se realiza en Expo Reforma, en la Ciudad de México, y se espera que del 10 al 11 de octubre asistan alrededor de mil 500 personas consumidoras de productos tecnológicos.
Coppel con fuerza en temporada alta
En entrevista con MILENIO, Marcel Castro, gerente nacional de estrategia de mercadotecnia de muebles en Coppel, explicó que esta apuesta va de la mano con la temporada alta, cuando las familias mexicanas aprovechan desde el Buen Fin hasta Navidad, para hacer compras.
"Ya estamos trabajando en el Mundial con promociones y lanzamientos", agregó.
Recordó que Coppel es el mayor vendedor de celulares en el país, con más de 7 millones vendidos en lo que va del año, además de que el nicho del gaming ha crecido 3.5 por ciento en ventas hasta julio, en comparación con el mismo periodo de un año atrás.
Castro resaltó que la tienda no ha sufrido afectaciones por las presiones arancelarias originadas en Estados Unidos.
Además, afirmó que la tienda se prepara ante el incremento de demanda de productos tecnológicos, para que no haya desabasto.
"Tenemos muchos meses trabajando en esto, siempre el modelo comercial ataca y pronóstica muy bien, y estamos listos para tener un amplio portafolio tecnológico", concluyó.

Orígenes de Coppel
El origen de la tienda se remonta a 1941, cuando Luis Coppel Rivas y su hijo Enrique Coppel Tamayo, fundaron El Regalo, una tienda de radios y relojes, en Culiacán, Sinaloa.
“Después de la Segunda Guerra Mundial, los clientes no tenían liquidez para comprar de contado. Entonces, Luis Coppel y su hijo Enrique decidieron invertir todo su capital ahorrado para vender muebles a crédito en abonos semanales”, se lee en la página web de la compañía.
Entonces esa pequeña tienda adopta el nombre de Coppel: la forma en que la llamaban los clientes. El resto es historia.

AG