El gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, consideró que aunque los avances sobre inclusión financiera en el país no son menores, aún queda mucho por hacer y mal harían las instituciones en darse por satisfechas, pues dijo estar convencido de que “al tema de la inclusión financiera apenas le hemos empezado a hincar el diente”.
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Durante la inauguración de la Primera Cátedra en Inclusión Financiera que lleva su nombre, Agustín Carstens consideró que quizá las instituciones no han sabido mostrar convincentemente los beneficios de la inclusión financiera a parte de la población, por lo que aún hay sectores de la población “que teniendo los recursos y los medios de acceso a la intermediación financiera formal no aprovechan sus ventajas y prefieren permanecer en la exclusión financiera”.
“¿Será que perciben ventajas en permanecer fuera de la formalidad?, desde un punto de vista estrictamente racional se diría que se trata, para la inmensa mayoría de esas personas, de una percepción errónea, porque es indudable que la seguridad, flexibilidad y comodidad en el manejo de recursos financieros que trae consigo la inclusión financiera les daría mayores beneficios que los que hoy tienen al margen de ella”, dijo.
Sin embargo, reconoció que “tal vez no hemos sabido mostrar convincentemente los beneficios de la inclusión financiera a esos grupos de la población; o quizá desde el punto de vista de la oferta de los servicios financieros, y de nosotros mismos como autoridades, hemos partido de un supuesto erróneo sobre el comportamiento de los agentes económicos”.
Carstens abrió su puntualizando que “la inclusión financiera no es una finalidad en sí misma sino una condición propicia para que el ser humano potencialice su bienestar económico”, por lo que pidió no confundir el logro de indicadores de inclusión financiera con la meta final.
“Y aquí surge otra pregunta que debe ser objeto de discusión y de esmerado estudio: ¿A partir de qué punto podemos hablar de que una persona es beneficiaria de una plena inclusión financiera?, más aún: ¿existe una “plena inclusión financiera” como algo ya establecido o más bien se trata de una meta deseable que constantemente, gracias a la innovación financiera y tecnológica, se está moviendo hacia delante?”, consideró.
Carstens resaltó que si bien las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) revelan que existen 49 conexiones de banda ancha por cada cien habitantes, en la Ciudad de México hay 95 pero en Chiapas 16, por lo que hay un gran reto en materia de infraestructura para la conectividad y esta es necesaria para la inclusión.
“La misma desigualdad es abrumadora en el caso de líneas de telefonía celular por cada cien hogares. El promedio nacional es de 90 líneas; en la Ciudad de México hay 125 líneas por cada cien hogares, pero en Oaxaca sólo hay menos de la mitad: 54 líneas de telefonía celular por cada cien hogares. Es evidente que estamos aquí, como país, ante un gran reto en materia de infraestructura para la conectividad”.
El Secretario de Hacienda, José Antonio Meade, quien presidió la inauguración, dijo que el darle a la cátedra el nombre del gobernador del Banxico es una buena forma de rendirle un testimonio de gratitud, de afecto y de conocimiento a quien el tema de inclusión financiera le debe mucho.
MCM