La economía mundial acelerará su crecimiento este año y en 2018, ayudada por precios más estables en las materias primas y un incremento en el comercio global, indicó el domingo el Banco Mundial.
La agencia contra la pobreza pronostica un crecimiento de 2.7 por ciento para 2017 y de 2.9 por ciento en 2018, lo que significa una mejoría en comparación con el de 2.4 por ciento en 2016.
El banco considera que la economía de Estados Unidos crecerá 2.1 por ciento este año, frente a un avance de 1.6 por ciento en 2016, y pronostica que el de la eurozona será de 1.7 por ciento, en comparación con un incremento de 1.8 por ciento el año pasado.
La institución financiera espera que la economía de Japón crezca 1.5 por ciento, su ritmo más acelerado desde 2013 y un aumento con relación al 1 por ciento de 2016.
La desaceleración económica de China continuará de un crecimiento de 6.7 por ciento en 2016 a 6.5 por ciento en 2017 y de 6.3 por ciento en 2018, a medida que el país se aparta de un crecimiento insostenible alimentado por inversiones con frecuencia derrochadoras para adoptar un crecimiento más lento y más estable basado en el gasto de los consumidores.
El pronóstico del Banco Mundial para el crecimiento global se mantuvo sin cambios respecto a un pronóstico que publicó en enero, una sorpresiva pizca de buenas noticias. Durante el lento crecimiento económico como consecuencia de la Gran Recesión de 2007-2009, el banco constantemente tuvo que reajustar hacia abajo sus pronósticos originales, ya que las esperadas mejoras nunca llegaban.
Pero el ambiente a nivel mundial luce mejor. Los precios de las materias primas se están recuperando después de un desplome que comenzó en 2014 y que echó por tierra dos años de avances. El banco pronostica que el precio del petróleo repuntará 24 por ciento este año y el de las materias primas no vinculadas al sector de la energía subirá 4 por ciento.
Se espera que el comercio mundial crezca 4 por ciento en 2017, su ritmo más acelerado en los últimos tres años.
No obstante, el banco califica la recuperación como “frágil” y advierte sobre riesgos de proteccionismo, conflictos geopolíticos y posibles consecuencias financieras ante los esperados incrementos de las tasas de interés en Estados Unidos.
CPR