Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia, mencionó que la responsabilidad del gobierno es darle confianza a los empresarios para invertir en el país por tratarse del “motor de México”.
Agregó que el gobierno federal no controla los factores extranjeros que pueden llegar a afectar al país que pueden afectar al país; sin embargo, pueden influir en controlar la confianza de los inversionistas.
“Para que a pesar de todo el contexto internacional, México se convierta en el paraíso de la inversión”, explicó.
A pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador decidió mantener una política restrictiva, por lo que el crecimiento va a depender del sector privado, aseguró.
Señaló que México recibe en promedio 30 millones de pesos al año, por lo que el gobierno federal busca hacerlo crecer con todos los países con los que mantiene acuerdos comerciales a través de mesas de trabajo con el sector empresarial.
RLO
