El presidente chino, Xi Jinping, llamó en Lima a los líderes de la zona Asia-Pacífico a apoyar el acuerdo regional de libre comercio propuesto por su país (RCEP), a fin de llenar el vacío dejado por el probable abandono del acuerdo transpacífico por Estados Unidos bajo Donald Trump.
“La construcción de una zona de libre comercio de Asia-Pacífico (AP) es una iniciativa estratégica vital para la prosperidad a largo plazo de la región”, declaró el líder chino el sábado en la cumbre de la Organización de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). “No solo no cerraremos la puerta al mundo exterior sino que la abriremos aún más”, aseguró.
Xi Jinping respondía así de manera indirecta al presidente electo Donald Trump, que prometió un giro proteccionista a fin de proteger los empleos en EU contra la competencia china o mexicana de bajo costo. El nuevo presidente hizo campaña en especial contra el acuerdo transpacífico (TPP), firmado en 2015 entre 12 países de la región, bajo el impulso del presidente Barack Obama, que vio en él un medio para frenar el crecimiento de China. Su ratificación es hoy altamente improbable.
El presidente chino se lanzó al ruedo al defender en Lima el RCEP, proyecto de acuerdo de libre comercio que compite con el TPP —que deja fuera a China—, negociado desde 2012 entre la Asean (Asociación de las Naciones del Sudeste asiático), además de Australia, China e India, pero sin Estados Unidos. El RCEP es presentado por Pekín como una etapa mayor en la construcción de la Zona de Libre Comercio Asia-Pacífico (FTAAP), que busca reunir a los países miembros de la APEC y cuya conclusión podría llevar años, si es que ve la luz algún día.
“Vamos a invertir plenamente en la mundialización económica apoyando el comercio multilateral, haciendo avanzar la FTAAP y trabajando en la conclusión rápida de las negociaciones sobre el RCEP”, declaró el presidente Xi.
Las 21 economías de la APEC representan 60% del comercio mundial y 40% de su población, las cuales se han beneficiado ampliamente de la mundialización y buscan profundizar sus intercambios, con o sin Estados Unidos.
Integrada por Perú, Colombia, Chile y México, la Alianza del Pacífico (AP), nacida en 2011 para privilegiar el comercio entre economías abiertas, está también abierta a asociarse a otros bloques.
La AP representa 40% del PIB total de América Latina y 50% del comercio exterior del continente. Se trata además de economías sólidas y consideradas como buenos lugares para hacer negocios.
“La Alianza del Pacífico es una gran oportunidad. Ha surgido en América Latina. Hay casi un centenar de países en fila esperando entrar”, dijo a la agencia AFP el ex presidente de Perú, Alejandro Toledo (2001-2006). “Que el señor Trump no venga a decir a priori que no quiere continuar con los tratados o que se quiere desenganchar”, agregó. “Aunque una cosa es lo que se dice en campaña y otra es cuando se sienta en el sillón presidencial”, recordó.
México asoma, de momento, como la primera víctima potencial de las políticas proteccionistas de Trump. En su campaña el magnate republicano prometió modificar o hasta anular el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que también integra Canadá.
Para México ese acuerdo es vital pero el magnate inmobiliario considera que la mano de obra más barata de ese país roba empleos a los estadunidenses. Como sea, el presidente Enrique Peña Nieto ha preferido poner la otra mejilla y ofrecer diálogo a Donald Trump, abierto a renegociar ese acuerdo.
Sin embargo, el resto de países de la Alianza Pacífico no está en la mira de Trump, dado que son importantes productores de materias primas pero no de manufacturas.
“Fuera de México, América Latina no será una prioridad para la política exterior de Estados Unidos, y no hay grandes temas bilaterales en la agenda”, consideró la consultora Eurasia Group en un informe.
La paradoja en curso es que la arremetida de Donald Trump contra acuerdos que involucran a EU podría darle a la Alianza del Pacífico la chance de convertir una crisis en una oportunidad dorada.
“El proteccionismo que predica Donald Trump creo más bien que, en lugar de debilitar, debe fortalecer al bloque de la Alianza del Pacífico”, estimó Elena Conterno, ex ministra peruana de la Producción.
Según Conterno, “los cuatro países que integran la alianza se diferencian del resto de bloques comerciales por el hecho de que Estados Unidos no forma parte de él. Eso es lo que la hace relevante del resto de bloques comerciales”.
“Si le sumamos los países observadores” de la Alianza, acotó Conterno, esa diferencia se potencializa más.
La AP tiene 49 países no miembros que participan como observadores. Entre ellos figuran Francia, Alemania, China, Australia, Indonesia, Japón, Corea del Sur y también la India. La probabilidad de ampliar la AP está abierta.
“Espacios como éste se van a fortalecer (con la llegada de Trump a la Casa Blanca) porque se trata de comercio regional y de comercio intraalianza”, remata Conterno.
Una de las ideas detrás de la AP es que nació como bloque comercial en oposición a los criterios ideológicos que anteponen otros países de la región con gobernantes y políticas intervencionistas estatales, como Venezuela, Ecuador y Bolivia.